Bloomberg — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió en que se presentará a la reelección el próximo año siempre que se mantenga sano, comprometiéndose a impedir que la ultraderecha recupere el poder en la mayor nación de América Latina.
Si tiene éxito en la votación de 2026, el izquierdista Lula se aseguraría un cuarto mandato sin precedentes como presidente.
“Si estoy tan sano en la elección como hoy, con la voluntad que tengo, seré un candidato que puede ganar”, dijo Lula durante una entrevista en un podcast con Mano Brown, un destacado rapero brasileño. “Si depende de mi esfuerzo físico, de mi conciencia política, la extrema derecha no volverá a gobernar este país”.
Mano a Mano com o presidente Lula.
— Lula (@LulaOficial) June 19, 2025
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Lula, de 79 años, señaló que el campo opositor está buscando sus propios candidatos y señaló a potenciales adversarios, entre ellos el gobernador del estado de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, aliado del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro. Lula derrotó por estrecho margen a Bolsonaro en las elecciones de 2022.
El mes pasado, Freitas visitó Nueva York, donde discutió el panorama fiscal y político de Brasil, dejando la impresión entre los ejecutivos corporativos de que es un candidato potencial para el alto cargo, como informó Bloomberg.
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El presidente en ejercicio también mencionó a otros gobernadores, como Ronaldo Caiado, de Goias, Ratinho Junior, de Paraná, y Romeu Zema, de Minas Gerais, como posibles oponentes.
“Pueden buscar a quien quieran”, dijo Lula, añadiendo que cualquier adversario tendría que trabajar más que él.
Tal rival “tendrá que caminar por las calles más que yo, hacer más discursos que yo, hablar con la gente más que yo”, dijo Lula. “Y dudo que alguno de ellos pueda hacerlo”.
El Congreso y los impuestos
Mientras las tensiones entre el Congreso y su gobierno aumentaban esta semana, Lula señaló la “inmensa dificultad” de lograr que los legisladores aprueben sus planes debido en parte a que su Partido de los Trabajadores carece de mayoría en ambas cámaras.
“Tengo que hacer alianzas políticas”, dijo Lula. “De lo contrario, no puedo dirigir el gobierno”.
El lunes, la cámara baja asestó un golpe a los planes de Lula de impulsar el presupuesto, ya que los legisladores avanzaron una solicitud urgente para anular un decreto gubernamental que elevó los impuestos sobre algunas transacciones financieras, conocido como el impuesto IOF. La medida abre la puerta a una votación en el pleno sobre una propuesta para anular la medida.
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Los aumentos de impuestos se han utilizado como una forma de que el gobierno apuntale su presupuesto, pero también han suscitado críticas de legisladores que han pedido recortes de gastos para resolver problemas presupuestarios estructurales.
Lula restó importancia a los impactos negativos de la propuesta de aumentar el impuesto IOF y criticó las exenciones fiscales a algunas empresas, que según él ascienden a 800.000 millones de reales (US$146.600 millones) y socavan el presupuesto. También dijo que cree que el Congreso aprobará su propuesta de eximir del impuesto sobre la renta a quienes ganen hasta 5.000 reales, y que se espera que la medida entre en vigor el año próximo.
“Queremos justicia fiscal”, dijo Lula. “Queremos que los que ganan menos paguen menos, y que los que ganan más paguen más”.
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