Lula recibe a Modi con una meta clara: potenciar el comercio bilateral con India

A pesar de que ambos países son miembros del grupo BRICS de economías emergentes y aliados naturales en áreas como la reducción de la pobreza y la producción de biocombustibles, la India ocupa una posición muy baja entre los socios comerciales de Brasil.

Lula recibe a Modi con una meta clara: potenciar el comercio bilateral con India.
Por Simone Preissler Iglesias - Daniel Carvalho
08 de julio, 2025 | 05:46 PM

Bloomberg — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quiere profundizar las relaciones comerciales con la India, el país más poblado del mundo. La pregunta, mientras se prepara para recibir al primer ministro indio, Narendra Modi, en Brasilia el martes, es cómo lograrlo.

A pesar de que ambos países son miembros del grupo BRICS de economías emergentes y aliados naturales en áreas como la reducción de la pobreza y la producción de biocombustibles, la India ocupa una posición muy baja entre los socios comerciales de Brasil. El volumen comercial entre ambos resulta insignificante comparado con el que mantiene con China, Estados Unidos, la vecina Argentina y la lejana Alemania.

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Este desequilibrio fue reconocido por el propio Lula la semana pasada, cuando bromeó diciendo que recién se había enterado de que Modi, un hindú devoto, no comía carne. Brasil es el mayor exportador mundial de carne vacuna.

“Nuestra relación comercial es de solo US$12.000 millones, no es nada”, dijo Lula durante un acto. “Así que, por favor, preparen una caja de queso. La quiero en la mesa para que nunca se queje de la comida brasileña y, quién sabe, quizá empiece a comprar queso brasileño”.

Con los aranceles de Donald Trump trastocando el comercio mundial, Lula ha pasado meses intentando reforzar las relaciones comerciales con mercados más allá de los socios tradicionales de Brasil. Ahora se muestra decidido a descifrar finalmente el código de una relación que nunca terminó de despegar, debido a ciertas incompatibilidades y a que Brasil e India a menudo compiten por exportar los mismos productos.

El comercio bilateral se ha acelerado en los últimos años, duplicándose desde la creación del BRICS hace más de una década. Según el Gobierno brasileño, creció 24% en los primeros cinco meses de 2025 respecto al mismo período del año anterior.

Sin embargo, los 1.400 millones de habitantes de la India siguen representando un mercado sin explotar para Brasil, una potencia agrícola que ha visto cómo su comercio con China se cuadruplicó desde 2009, según datos oficiales.

Brasil busca diversificar sus exportaciones a la India, que hoy están dominadas por el azúcar y el petróleo crudo. A principios de este año, la brasileña Embraer SA, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, estableció una filial en Nueva Delhi para ampliar su presencia en los sectores de defensa y aviación.

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Brasil también quiere ampliar el acuerdo comercial preferencial que la India mantiene con el Mercosur, la unión aduanera sudamericana integrada por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

Una de las oportunidades identificadas es el sésamo, a pesar de que la India es uno de los mayores productores mundiales. Las exportaciones brasileñas de esta semilla han crecido de forma significativa desde que el mercado indio se abrió en 2020, en parte porque India importa sésamo durante su temporada baja para cubrir la demanda interna y cumplir compromisos de exportación.

También se está considerando aumentar las exportaciones de etanol, ahora que la India incrementa la proporción de este combustible mezclado con gasolina. Actualmente, el país mantiene restricciones a las importaciones de etanol para proteger su industria nacional de energía limpia, pero los acuerdos bilaterales sobre este producto se encuentran entre los objetivos que Lula espera lograr con Modi esta semana.

“Esto abre una oportunidad interesante para Brasil en la agenda de los biocombustibles”, afirmó Gustavo Ribeiro, director de inteligencia de mercado de la Agencia Brasileña de Promoción del Comercio y la Inversión (ApexBrasil). “India es un importante productor de azúcar, pero dependiendo del año y del volumen de la cosecha, a veces importa azúcar o incluso etanol cuando hay escasez. Por lo tanto, Brasil se convierte en un sólido proveedor alternativo”.

Sin embargo, Brasil no es el único país en busca de ese mercado. El gobierno de Modi lleva meses negociando un acuerdo comercial con la administración Trump para evitar aranceles estadounidenses, mientras Washington también busca colocar su etanol en el mercado indio.

Tras la cumbre de líderes del BRICS en Río de Janeiro, Lula cederá la presidencia rotatoria del bloque a Modi. Ambos han utilizado el foro para impulsar sus ambiciones de obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, un objetivo que reafirmaron en Brasil y que probablemente será prioritario para la India en 2026.

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En Brasilia, se espera que firmen acuerdos sobre energías renovables, lucha contra el terrorismo, cooperación en investigación agrícola y protección de información confidencial. “Estos acuerdos están ultimados y esperamos firmarlos”, dijo el domingo a los periodistas el embajador de la India en Brasil, Dinesh Bhatia.

La visita de Modi será la primera de dos visitas de Estado programadas esta semana. El presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, llegará a Brasilia el miércoles.

Indonesia es clave en los esfuerzos de Lula por ampliar los vínculos con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), un bloque de 10 países que agrupa a más de 600 millones de personas. El comercio de Brasil con la región ha alcanzado los US$37.000 millones, frente a apenas US$3.000 millones hace dos décadas, según datos del Gobierno.

El Gobierno de Lula busca abrir el mercado indonesio, que registró US$6.000 millones en comercio con Brasil el año pasado, a las exportaciones avícolas, ampliar las ventas de carne vacuna y profundizar la cooperación en bioenergía y defensa. Está previsto que Lula viaje a Malasia en octubre para asistir a una cumbre de la ASEAN.

Para Prabowo, la visita va más allá del comercio. Desde que asumió el cargo en octubre pasado, ha adoptado una política exterior más activa y estratégica, centrada en cerrar acuerdos bilaterales con beneficios económicos y geopolíticos.

Indonesia se unió recientemente al BRICS, y el viaje a Brasil forma parte de su estrategia para consolidarse como una potencia intermedia con mayor presencia en el Sur Global.

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