Bloomberg Línea — Entre reflexiones y proyecciones para el futuro, representantes de diferentes frentes del agronegocio brasileño señalaron en el Bloomberg Línea Summit 2025 que, para que el sector pueda producir de manera sostenible y reforzar su protagonismo en el mercado global, será necesario ir más allá del discurso y las buenas prácticas ya existentes.
La COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, estado de Pará, Brasil, será un momento único para debatir los retos que aún se interponen en el camino de la agricultura y para que los ejecutivos del sector tracen planes claros de cambio.
En el escenario del evento de Bloomberg Línea, conocido por acoger a algunas de las voces más importantes del sector privado, se encontraban tres ejecutivos que representaban diferentes eslabones de la cadena agrícola, el principal sector responsable del impulso de la economía del país en los últimos años: Fabiana Alves, CEO de Rabobank en Brasil, Marcelo Melchior, CEO de Nestlé en Brasil, y Luis Barbieri, vicepresidente y socio fundador de Raiar, productora de huevos orgánicos.
Según ellos, en el panel “Oportunidades del Agribusiness Sostenible”, celebrado el lunes, 27 de octubre en São Paulo, la COP30 representa un hito para reposicionar a Brasil en la agenda global de sostenibilidad. Más que un escaparate de buenas prácticas, el evento será, en palabras de Luis Barbieri, socio fundador y vicepresidente de Raiar Orgânicos, una oportunidad para la autocrítica.
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“En lugar de buscar una forma de protegernos de las críticas, debemos hacer nuestra propia crítica. A menudo nos centramos solo en lo que ya hacemos bien, y no en lo que falta mejorar”, dijo Barbieri.
Para el directivo de Raiar, Brasil debe ir más allá de la exportación de materias primas y convertirse en exportador de soluciones tecnológicas y sanitarias, con el objetivo de alimentar al mundo de forma saludable.
“Brasil debería estar a la vanguardia de la conexión entre alimentación y salud: llevar la salud al mundo a través de lo que produce en el campo. Sueño con que, dentro de diez años, esta sea la agenda de la agricultura brasileña”, afirmó.
Raiar, que actualmente opera con casi 400.000 gallinas criadas en libertad y alimentadas con pienso orgánico, tiene como objetivo llegar a 2 millones de gallinas en los próximos años con una agenda que se centra en la agricultura tropical regenerativa
Se trata de una transición que, según Barbieri, tiene como objetivo precisamente reducir costos, aumentar la resiliencia de los cultivos y devolver la biodiversidad al suelo.
El empresario defendió que Brasil tiene “la matriz productiva más fértil del planeta” y que la agricultura brasileña necesita adoptar un modelo basado en la cooperación y la biodiversidad, no en la competencia con la naturaliza.
Al frente de los negocios en un mercado clave para la mayor empresa alimentaria del mundo, Nestlé, Marcelo Melchior afirmó que la sostenibilidad forma parte del ADN de la empresa y representa una cuestión de supervivencia.
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“Estas tres cadenas, leche, café y cacao, representan el 75% de lo que vendemos. Si no son sostenibles, no hay negocio”, afirmó el directivo.
Nestlé ha avanzado con programas de trazabilidad, indicadores de carbono y contratos a largo plazo con los productores, que buscan proporcionar seguridad para las inversiones en tecnología y bienestar animal.
“Tenemos que llegar a la COP30 unidos y salir de allí con un plan: ya sea de financiación o de nuevas oportunidades”, defendió el CEO de Nestlé en Brasil.
Para el directivo, la cadena del café es una de las más sofisticadas de Brasil, “muy automatizada y con mucha financiación en funcionamiento”.
“La leche es donde tenemos nuestra mayor huella de carbono, y el gran reto es hacer que esta cadena sea sostenible a largo plazo”, dijo el directivo, quien destacó que el reto va desde la alimentación de los animales hasta la trazabilidad de los insumos.
“El cacao, por su parte, es un reto enorme. Necesitamos tecnificarlo más para que Brasil sea autosuficiente en su producción”, afirmó el directivo.
Los expertos del sector coinciden en que es necesario aumentar la productividad del cacao para que los pequeños productores se vean menos afectados por la volatilidad de los precios de esta materia prima en la bolsa internacional.
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Crédito verde y mercado de carbono
Como representante del extremo crediticio de la cadena, que ayuda a cobrar y difundir las mejores prácticas, Fabiana Alves, directora general de Rabobank en Brasil, afirmó que el mayor reto de la agricultura brasileña es corregir el desequilibrio medioambiental.
“La imagen de la agroindustria brasileña está mancillada, y la principal razón es la deforestación. Hemos desarrollado una agricultura de excelencia, pero con un impacto ambiental muy alto. Ahora es el momento de mantener la productividad y reducir el impacto con tecnología”, afirmó la directiva del banco global con amplia experiencia en la agroindustria.
Alves dijo que la ecuación económica aún desincentiva la conservación: “mantener la naturaleza sigue siendo un mal negocio. Esto tiene que cambiar”.
Una de las vías, según ella, es el mercado de carbono, que puede remunerar a los productores rurales por la preservación y restauración forestal.
Esta tendencia cuenta con el respaldo de los expertos. Un estudio reciente del Boston Consulting Group (BCG) señaló que Brasil podría representar hasta el 15% de la oferta mundial de créditos de carbono para 2030, movilizando US$120.000 millones en proyectos forestales.
Según un reportaje de Bloomberg Línea publicado esta semana, la selva amazónica, por sí sola, podría generar hasta 1 gigatonelada de créditos al año, lo que volvería a situar al país en el centro de la economía verde mundial.
Pero para que este potencial se materialice, el sistema necesita estandarización y trazabilidad, un tema que también se planteó en el panel de Bloomberg Línea.
“Falta un mercado confiable, con criterios claros de medición y certificación. Solo así el crédito verde llegará a quienes realmente preservan”, afirmó Alves.
Actualmente, la agricultura brasileña aún está fuera del mercado regulado de carbono, pero los expertos señalan que el sector solo podrá integrarse en este sistema de manera eficiente con metodologías propias de medición de emisiones.
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Del carbono a la bioeconomía
Según los líderes, la conferencia sobre el clima puede ser un punto de inflexión que sitúe a Brasil a la vanguardia de la bioeconomía.
“Tenemos una gran oportunidad de demostrar lo competitivos que podemos ser como país y acabar con la idea de que la agricultura brasileña es solo extractiva. Cuando hablamos de agricultura, somos nosotros los que marcamos la pauta en todo el mundo y debemos seguir haciéndolo con tecnología, buenas prácticas y el bienestar de las personas que trabajan en el campo”.
Barbieri dijo que los grandes y pequeños productores ya están reduciendo el uso de pesticidas y fertilizantes hasta en un 70 % y apostando por otras herramientas como los bioinsumos, mientras que Melchior defendió que el país debe mostrar al mundo que “la productividad y la sostenibilidad van de la mano”.
Según una encuesta de CropLife Brasil publicada en mayo de este año, el uso de bioinsumos en el país creció un 13% en la cosecha 2024/2025 y sumó 156 millones de hectáreas, lo que equivale al 26% de la superficie plantada nacional.
Brasil ya representa más de un tercio del mercado mundial y exporta alrededor de US$90 millones al año en productos biológicos.
“La agricultura brasileña ya ha demostrado su fortaleza económica y social. Ahora tenemos que demostrar que también seremos líderes en sostenibilidad medioambiental y que lo que producimos aquí promueve la salud”, afirmó Alves.
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