Bloomberg Línea — La disputa entre pandillas por el control territorial y los enfrentamientos con la Policía continúan pasándole factura a Haití: mientras los habitantes cada vez están cada vez más expuestos a tiroteos cruzados, el número de pacientes en los hospitales incrementa, según Médicos Sin Fronteras (MSF). A ello se suma la falta de recursos económicos en algunas ONG para brindar ayuda humanitaria.
La organización no gubernamental informó que, del 24 de febrero al 2 de marzo, su equipo médico atendió a 314 pacientes en el centro de urgencias de Turgeau, en Puerto Príncipe, de los cuales, 90 son víctimas directas de violencia, una cifra dos veces superior a la media habitual.
Además, documentó que su hospital de Tabarre, donde reciben a los pacientes que necesitan intervenciones quirúrgicas, está trabajando a tope, aunque recientemente incrementó su capacidad de atención de 50 a 75 camas, por cuenta del recrudecimiento de la violencia.
Leer más: República Dominicana declara “organizaciones terroristas” a las bandas armadas de Haití
MSF también expuso las dificultades que han tenido algunas ONG para continuar brindando asistencia humanitaria en Haití, toda vez que funcionaban gracias a los recursos de ayuda extranjera provenientes de Estados Unidos, suspendidos durante tres meses desde el pasado 20 de enero, cuando Donald Trump regresó a la Casa Blanca.
“El plan de respuesta humanitaria en Haití está gravemente infrafinanciado, mientras el conflicto se intensifica y miles de personas se ven regularmente obligadas a huir, refugiándose en campamentos precarios con acceso limitado a servicios básicos como agua y saneamiento”, comentó Christophe Garnier, coordinador general MSF en Haití.
Aumentan los desplazados y escasea el agua potable
El temor no solo de MSF, sino de las organizaciones que operan en el país más pobre de Latinoamérica -donde las pandillas consolidaron su poder desde mediados de 2021, tras el magnicidio de Jovenel Moïse, y las autoridades no han podido restablecer el orden público-, es una “catástrofe humanitaria”.
Y no es para menos. Debido a la falta de recursos económicos, la ONG Solidarités International, por ejemplo, suspendió el suministro de agua potable a los campamentos de desplazados, razón por la que hay personas sobreviviendo con un litro de agua al día, aun cuando las normas internacionales de emergencia recomiendan un mínimo de 15 litros diarios.
Leer más: Así es la vida en Haití, el país más pobre de Latinoamérica
Pese a que MSF está distribuyendo agua en algunos campamentos mediante camiones cisterna, beneficiando a 13.000 haitianos desplazados, lo cierto es que tras el aumento de ataques entre grupos armados desde el 14 de febrero alrededor de 24.000 personas tuvieron que desplazarse internamente Puerto Príncipe.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima más de 180.000 desplazados en la capital haitiana y más de un millón en todo el país, por tanto, la preocupación respecto a un empeoramiento de la crisis humanitaria.
“Hemos identificado más de un centenar de campamentos en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, pero lamentablemente no podremos cubrir todas las necesidades. La magnitud de la crisis supera con creces las capacidades actuales de respuesta de Médicos Sin Fronteras, a solo un mes del inicio de la temporada de lluvias”, agregó Garnier.