Bloomberg — Los precios al consumo de Chile cayeron el mes pasado por primera vez desde junio, lo que supone un alivio limitado para el banco central, que vigila las amenazas inflacionistas, entre ellas las subidas de las tarifas eléctricas.
Los precios cayeron un 0,2% en diciembre, por debajo de todas las previsiones en una encuesta de Bloomberg entre analistas que tenían una estimación mediana de ningún cambio. La inflación anual se aceleró hasta el 4,5%, según informó este miércoles el instituto nacional de estadística.
Los banqueros centrales chilenos dirigidos por Rosanna Costa han recortado los costos de endeudamiento en 6,25 puntos porcentuales desde mediados de 2023 hasta el nivel actual del 5%. Aún así, los responsables políticos han señalado planes para hacer una pausa en la flexibilización, ya que el peso cotiza cerca de un mínimo histórico y las facturas de la energía vuelven a encarecerse ahora en enero. La autoridad monetaria considera que la inflación anual no se ralentizará hasta el objetivo del 3% hasta el año que viene.
Los costos de las bebidas alcohólicas y de la ropa cayeron un 1,3% mensual en diciembre, según informó la agencia nacional de estadística. Los alimentos y las bebidas no alcohólicas bajaron un 0,9% durante el periodo, mientras que la energía subió un 0,7%.
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Aunque se espera que los costos de los préstamos sigan bajando, la futura senda de los tasas deberá tener en cuenta los riesgos inflacionistas a corto plazo, según escribieron los responsables políticos en las actas de su reunión de política monetaria de diciembre. Los banqueros centrales escribieron que será necesario actuar con cautela a la hora de recopilar información y determinar el calendario de nuevos recortes.
Los precios al consumo subirán un 0,8% mensual en enero y los responsables políticos mantendrán estables los costes de endeudamiento en el 5% hasta al menos abril, según una encuesta del banco central a operadores financieros publicada más tarde este miércoles.
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El peso se ha depreciado más de un 10% frente al dólar en el último año en medio de la fortaleza mundial del billete verde. Un tipo de cambio más débil aviva la inflación al encarecer las importaciones, y la pequeña y abierta economía chilena es especialmente vulnerable porque obtiene casi todos sus combustibles del extranjero.
A nivel regional, otros países latinoamericanos como Brasil, México y Colombia también han luchado por reconducir la inflación a sus respectivos objetivos tras un repunte post-pandémico de los precios al consumo.
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