La empresa noruega Statkraft ha decidido suspender el desarrollo del “Parque Híbrido Vientos del Desierto”, un ambicioso proyecto de energía renovable que estaba previsto para la localidad de Taltal, en la Región de Antofagasta. Con una inversión superior a los US$650 millones, la iniciativa se perfilaba como la más grande de la compañía estatal en Chile.
El proyecto, presentado en diciembre de 2023, contemplaba la combinación de generación eólica y solar, con una capacidad total de 440 MW, además de un sistema de almacenamiento con baterías de 240 MW independientes de la generación. Sin embargo, la empresa ha decidido dar marcha atrás debido a varios factores que han afectado su rentabilidad y viabilidad.
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Según expresa la propia compañía en un comunicado publicado en el sitio web oficial, la decisión de no ejecutar el proyecto se basa principalmente en los estudios de potencialidad que realizó en la zona por más de dos años, así como en los factores de planta que se modelaron, los que no arrojaron los resultados requeridos para garantizar la viabilidad del proyecto, ni la rentabilidad esperada para una iniciativa de estas características y magnitud de inversión.
Además, Statkraft se encontraba en pleno proceso de respuesta a una adenda solicitada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Antofagasta, lo que añadía un nivel de incertidumbre al avance del proyecto.
Otro elemento determinante en la decisión fue la compleja situación que la compañía enfrenta con otro de sus proyectos en el sur de Chile. Esta iniciativa, que lleva una década en ejecución, ha sufrido significativos retrasos debido a la oposición de comunidades locales y la exigencia de una consulta indígena. A pesar de contar con un 98% de avance, estas trabas han impedido su finalización.
La combinación de estos factores llevó a la empresa a reconsiderar sus inversiones en el país y optar por suspender el “Parque Híbrido Vientos del Desierto”, a la espera de un escenario más favorable para su desarrollo.
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Problemas con la “permisología”
El 5 de agosto de 2024, la CEO de Statkraft Chile, María Teresa González, se había referido a los problemas que tenía la empresa en relación a la burocracia y la permisología:
“Recientemente, fuimos informados, en una reunión de lobby con la Secretaría Técnica del CMN, que el superior jerárquico del organismo definió que la Consulta Indígena se debe volver a realizar a través de reuniones que agrupen a todas las comunidades que están participando, a pesar de que al inicio del proceso el mismo CMN validó una metodología en que las reuniones se hacían en dos grupos separados, lo cual fue solicitado desde antes del inicio del proceso por un grupo de comunidades indígenas. Lo anterior, como resultado de un recurso jerárquico interpuesto por comunidades recurrentes”, señaló la ejecutiva a medios de comunicación.
“Una de las características que más destacaban a Chile en la atracción de inversionistas era su estabilidad institucional y contar con una normativa clara. Y es muy complejo de explicar a un inversionista por qué un proyecto no se puede desarrollar si cumple con todo lo que establece la legislación correspondiente. El escenario actual para la inversión en Chile es diferente. Hay otros países que están siendo más competitivos que nosotros”, advirtió, en aquel momento, González.
Críticas de parlamentarios
En diálogo con El Mercurio de Antofagasta, el diputado por la región de Antofagasta, Jaime Araya (IND) señaló que “evidentemente existe un problema con la tramitación de los permisos ambientales y la única forma de viabilizar inversiones es racionalizar los procesos, y endurecer sanciones por infracciones o incumplimientos”.
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“El modelo de evaluación ambiental actual está agotado, es una locura que los proyectos demoren hasta 10 años de tramitación de permisos”, manifestó el parlamentario.
Asimismo, según destacó el sitio web Emol, la diputada Yovana Ahumada (PSC) comentó que “todos los procesos que se demoran, al final, generan retraso y también desincentivan a la inversión, a que seamos una propuesta interesante para los proyectos de gran envergadura”.
