La posible venta de Movistar Chile es un rumor que crece en el mundillo de los negocios. Aunque la compañía aún no ha hecho una declaración oficial sobre el futuro de su operación en el país, múltiples fuentes aseguran que la firma ya puso en marcha el proceso de búsqueda de comprador, apoyada por un banco de inversión, según información publicada por el medio español El Economista.
Entre los posibles compradores aparece Millicom, mientras que América Móvil y Entel enfrentarían mayores trabas regulatorias.
En ese contexto, este lunes la filial chilena de Telefónica anunció una inversión de US$140 millones para modernizar su red móvil en todo el país. La decisión fue comunicada mientras la matriz española acelera su retirada de América Latina, en línea con la nueva estrategia del grupo que, según palabras de su presidente Marc Murtra, tiene un foco exclusivo: “La prioridad de Telefónica es Europa, Europa y Europa”.
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Según explica un artículo publicado por Diario Financiero, de Chile, la presión por reducir su exposición en la región se materializó en varias operaciones recientes. La más reciente fue la venta de la operación en Perú a la firma argentina Integra Tec International por apenas US$1,02 millones. Esa transacción se sumó a la enajenación de su unidad en Argentina (por US$1.245 millones), la de Colombia (por US$400 millones) y a los anuncios de desinversión en México y Uruguay.
En este proceso, Telefónica ha encontrado en Chile un punto crítico: la filial cerró 2024 con pérdidas de US$446 millones, que se suman a las mermas de US$77 millones registradas el año anterior. Además, arrastra una deuda financiera neta de US$ 1.136 millones. Los malos resultados de los últimos ejercicios han deteriorado sus indicadores, pese a lo cual su valoración rondaría los US$1.200 millones, según analistas del sector.
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Diario Financiero reseñó que, según expertos, el valor de los activos podría ubicarse entre US$1.100 y US$1.200 millones, aunque el precio final de venta sería más bajo —entre US$ 300 y US$400 millones— en caso de que la deuda permanezca en el balance.