Pérdidas económicas por apagón en Chile aún no se cuantifican, pero usuarios ya alistan reclamo

Las autoridades aseguraron que las investigaciones determinarán las responsabilidades no solo de ISA InterChile, empresa a cargo de la infraestructura que generó el apagón, sino de otras relacionadas con la coordinación del sistema eléctrico nacional.

Un residente en un aparcamiento durante un apagón en Santiago de Chile, el 25 de febrero.
Por María Fernanda Almeida
27 de febrero, 2025 | 05:00 AM

Ocho millones de hogares, desde las regiones de Arica y Parinacota hasta Los Lagos, se quedaron sin electricidad por una falla en el sistema eléctrico. El corte se produjo a las 15:16 del martes 25 de febrero y dejó sin luz a más de 19 millones de personas en Chile.

Minutos después del apagón, cientos de semáforos dejaron de funcionar provocando un caos vehicular en varias zonas de la capital, Santiago. Por ejemplo, en la intersección de la avenida Irarrázaval con Chile España (sector oriente), pese a la presencia de Carabineros, el tráfico fue intenso. Las personas intentaban cruzar la extensa avenida a riesgo de sufrir algún accidente. A esto se le sumó el cierre del principal medio de transporte de la capital: el Metro de Santiago.

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Algunos locales también dejaron de atender al público pasadas las 16:00 (hora local) por fallas en el funcionamiento del sistema de método de pago en línea. Esta medida afectó, por ejemplo, a Ruth López, quien se dirigía a los almacenes Jumbo, en el Portal Ñuñoa, al oriente de Santiago, para comprar insumos escolares para sus nietas. “Quería comprar dos listas escolares, tenía presupuestado gastar 150 mil pesos (US$159) y pagar con débito pero no pude comprar nada porque no servía el sistema de pago”.

Otros ciudadanos como la psicóloga Gabriela Sandoval tuvieron que interrumpir su jornada laboral, afectando sus ingresos económicos. La especialista canceló las terapias online que había acordado con varios pacientes, pero el servicio de telecomunicaciones también cayó. “Perdí entre 70 mil y 80 mil pesos (US$74,20 y US$84,80). Me toca volver a agendar las citas para esta semana”, explica.

Horas después de este incidente, a las 00:00 del 26 de febrero, el Coordinador Eléctrico Nacional informó, a través de un comunicado, que “logró la recuperación del 90% de los consumos principalmente residenciales, alcanzando su totalidad (100%) a las 08:40″.

Las pérdidas económicas

De forma oficial se conoció que el apagón presentó una falla eléctrica al producirse una desconexión de la línea Nueva Maitencillo – Nueva Pan de Azúcar 2x500 kV, entre Vallenar y Coquimbo, ciudades ubicadas al norte de Chile, en la región de Atacama. A su vez, este incidente provocó la desconexión de los circuitos de la línea de transmisión Cardones – Polpaico 2×500 kV, generando un corte masivo que tomó por sorpresa a millones de personas y cuyas afectaciones económicas aún no han sido cuantificadas.

En rueda de prensa, el ministro de Energía, Diego Pardow, explicó que evaluar una pérdida económica “a nivel de grandes empresas o especialmente de pymes es algo que va a tomar tiempo”. Sin embargo, hizo un llamado a la ciudadanía a denunciar las afectaciones porque, a su criterio, es la única forma de cuantificar las pérdidas económicas.

A ese llamado se unió la directora nacional del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), Carolina González, quien explicó que los canales de denuncias, tanto presenciales como digitales (www.sernac.cl), están habilitados.

González informó que ha oficiado a las empresas y proveedores del mercado técnico, de la telefonía móvil, del agua potable, del transporte terrestre y aéreo, y de reprogramación de eventos masivos para que presenten sus reclamos.

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El corte de luz y posibles causas

Patricio Valdivia, académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Santiago de Chile (USACH) y subdirector de Investigación y Postgrado del Departamento de Ingeniería Eléctrica, explicó a Bloomberg Línea que el sistema eléctrico en Chile funciona de manera sincronizada: a mayor oferta, mayor demanda. Es decir, la generación de electricidad y el consumo de la misma deben estar equilibrados. Cuando hay una desconexión potente entre ambos factores se genera un desbalance conocido como desprendimiento.

“Si el desprendimiento no tuvo la posibilidad de reponer el servicio automáticamente, se conoce como blackout y es cuando cae todo el sistema, esto es lo que ocurrió en Chile (...) Estamos hablando que la potencia máxima se desprendió entre el 12% y el 15% , fue muy fuerte”, explica.

A Valdivia le llaman la atención muchos aspectos del apagón, en especial el que tiene relación con las líneas de transmisión que son de doble circuito. “Si son dos líneas, solo una de ellas tiene que estar activa, y si pasa algo en una línea, opera la otra. Ayer falló una línea, pero se desconectaron las dos, lo cual es extremadamente inusual y hay que investigar de forma inmediata”.

El ministro de Energía, Diego Pardow, concuerda con Valdivia en la importancia de indagar a fondo para establecer responsabilidades. El titular de Energía reconoció que la falla fue de una línea que corresponde a la empresa transmisora ISA InterChile, pero además precisó que la extensión de la reposición del suministro, que tomó casi ocho horas, responde a “un conjunto de responsabilidades que también tiene que ver con otras empresas y otras instituciones relacionadas con la coordinación del sistema eléctrico”.

Impacto tras el caos

Dos representantes gremiales conversaron con Bloomberg Línea sobre las afectaciones económicas después del corte masivo de electricidad.

El presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Jorge Welch, elaboró una encuesta dirigida a los más de 50 mil socios de la institución gremial, en las que indaga sobre las afectaciones económicas para obtener un balance real de las pérdidas ocasionadas.

Sin embargo, al conversar anticipadamente con algunos de sus socios reconoce que el sector gastronómico es uno de los principales afectados por la pérdida de alimentos tras romperse la cadena de frío. También se refirió a las pequeñas farmacias, cuyas medicinas que debían estar en refrigeración, se echaron a perder.

“Si hablamos de las pymes, que son más de un millón y medio, podemos decir que todas se vieron afectadas. Uno puede asignar una supuesta pérdida de un dólar a cada una, solo ahí estamos hablando de un millón y medio de dólares”, calcula.

Manuel Viera, presidente de la Cámara Minera de Chile, reconoce que es “muy prematuro” opinar sobre las pérdidas. Explica que gran parte de las empresas de este rubro están preparadas para eventos como el apagón, “salvo las plantas de proceso donde algunas tuvieron que paralizar por un momento”.

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Compensaciones y respuestas

Andrés Peñaloza, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago (USACH), explica que existen dos tipos de indemnizaciones. La primera es aquella regulada en la Ley General de Servicios Eléctricos que compensa a los usuarios, en general, por el tiempo perdido del suministro de electricidad, y la segunda corresponde a los usuarios que han tenido pérdidas específicas (artefactos o bienes) y quieren reclamar por aquello.

En el primer caso, el Coordinador Eléctrico Nacional deberá elaborar un estudio y enviarlo a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, quien determinará si procede o no las compensaciones a los usuarios. La operación se calcula respecto al tiempo de la energía no suministrada multiplicado por 15. “La compensación legal de una supuesta cuenta de 30 mil pesos (USD 31,80) podría ser más o menos de 4.000 pesos (US$4,24)”, menciona.

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Esta compensación deben hacerlas, a priori, las empresas distribuidoras y suministradoras, no las empresas transmisoras como el caso de Isa InterChile. “Según la ley son las empresas suministradoras o distribuidoras las que se relacionan con los clientes finales y por lo tanto esas empresas van a tener que pagar la compensación aunque no sean las responsables de la falla, sin perjuicio que luego la compañía responsable les deba reembolsar ese pago”, asegura Peñaloza a Bloomberg Línea.

El segundo tipo de indemnización corresponde a aquellos usuarios que perdieron, por ejemplo, equipos o artefactos a causa del apagón. El académico afirma que el Gobierno ha llamado a la población a presentar estos casos ante el Sernac, pero él cuestiona esta acción.

“Tengo la impresión de que no es el camino correcto porque el Sernac opera en los casos en que hay relación entre el distribuidor y el usuario final. Por ejemplo, como ocurrió con los distintos cortes de suministro de energía relacionados con las condiciones climáticas en donde la empresa responsable era el distribuidor. Pero en este caso (apagón) es una falla de una empresa que no es suministradora de energía. Para mí, el camino correcto sería demandar ante los tribunales ordinarios de justicia”, puntualiza.