Bloomberg Línea — Tras más de cinco años de litigio, la Corte de Apelaciones de Santiago puso fin, al menos por ahora, a la disputa legal entre SMU S.A., matriz de supermercados Unimarc y Alvi, y Walmart Chile, matriz de los supermercados Lider, por la campaña publicitaria “Total + bajo”, difundida en 2019.
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El origen del conflicto, según reportó Diario Financiero, se remonta a 2020, cuando SMU presentó una demanda por competencia desleal, alegando que la campaña, que protagonizó el periodista Emilio Sutherland, conocido como “tío Emilio”, inducía a error al consumidor y carecía de sustento verificable, al comparar boletas de compra entre distintos supermercados.

En el comercial, Sutherland compara una boleta de Líder con la de otro supermercado, destacando una diferencia de más de CLP$40.000 en compras equivalentes. La puesta en escena utilizaba una paleta de colores que remitía indirectamente al rojo característico de la imagen corporativa de SMU.
La frase “en Líder se obtiene el total más bajo” fue el eje del cuestionamiento, junto con la afirmación “#1 Elegido como el supermercado más económico”.
En una primera instancia, el 19° Juzgado Civil de Santiago acogió parcialmente la demanda en junio 2022, concluyendo que la campaña no se sustentó en “antecedentes veraces y demostrables”.
No obstante, desestimó el cuestionamiento a la frase en conflicto, ya que dicho reconocimiento provenía de un estudio privado basado en encuestas a consumidores.
Este fallo intermedio no dejó conforme a ninguna de las partes, lo que llevó tanto a Walmart como a SMU a apelar ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Finalmente, el 6 de agosto de 2025, la Corte de Apelaciones revocó ese fallo y desestimó las acusaciones de SMU.
En su resolución, el tribunal determinó que la campaña no constituye un acto de competencia desleal, ya que no se probó una “desviación de clientela”, requisito esencial para configurar este tipo de ilícito. Además, aclaró que si bien podrían existir elementos discutibles en la campaña desde una perspectiva ética o comercial, estos no alcanzan el umbral legal para ser sancionados.
“Por lo pronto, porque de acuerdo con lo que ha podido tenerse por probado, no existe una ‘desviación de clientela’. No hay antecedente que permitan tenerla por justificada. Luego, si no existe tal efecto, menos puede haber lugar a conductas ilícitas que se hubieran desplegado para ese fin”, dijo el tribunal de alzada.
“En este caso, a lo más, lo que podría existir es un comportamiento antiético, contrario a las ‘buenas costumbres’ para posicionarse en el mercado y hasta formas de publicidad que pudieran juzgarse engañosas, incorrecciones que no alcanzan a erigirse en conductas que el derecho obligue a reprimir”, añadió.
El equipo legal de Walmart defendió la legitimidad de la publicidad comparativa, argumentando que esta se basó en datos objetivos y estudios de precios internos y externos.
Por su parte, SMU recurrirá a la Corte Suprema para intentar revertir el fallo, según reportes de medios locales.
¿Qué significa este fallo para los consumidores?
El fallo no cambiará los precios, ni obligará a los supermercados a modificar su forma de operar. Sin embargo, sí marcaría un precedente en cuanto a cómo se puede hacer publicidad en el rubro.
La Corte estableció que, mientras no haya pruebas de engaño o desvío de clientela, las campañas comparativas son legales. Esto quiere decir que los consumidores chilenos podrían seguir viendo campañas publicitarias que comparan precios entre cadenas.