Bogotá — Los activos del sistema financiero llegaron a $2.779 billones, con una variación real anual de -0,3% y nominal de 12,5% anual.
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De ese monto total, $1,393 billones corresponden a recursos propios de las entidades vigiladas, mientras que los recursos de terceros, incluyendo activos en custodia, alcanzan los $1,386.2 billones (49,9% del total).
Las sociedades fiduciarias, el principal administrador de activos del sistema financiero con $902,2 billones, es decir el 65,1% de los recursos de terceros y el 32,5% del total de los activos del sistema, de los cuales $248,4 billones correspondieron a la actividad de custodia de valores.
La relación de activos totales al PIB fue 184,1%.
Los fideicomitentes de negocios administrados por las sociedades fiduciarias reportaron rendimientos acumulados en lo corrido del año por $21 billones, lo cual representa, un aumento de $4,9 billones frente al reportado el mes anterior.
Los inversionistas de los 220 fondos de inversión colectiva (FIC) administrados por las sociedades fiduciarias, las sociedades comisionistas de bolsa de valores (SCBV) y las sociedades administradoras de inversión (SAI) reportaron en lo corrido del año a abril un incremento en el saldo de $3,2 billones, debido a las ganancias netas en la valoración de instrumentos de deuda.
“El comportamiento de los mercados financieros en abril estuvo influenciado por las menores perspectivas de crecimiento global y la menor percepción de riesgo en la mayoría de los índices”, destacó la Superfinanciera.
Recordemos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus previsiones de crecimiento 2023 frente a lo que había anunciado en enero, como resultado de las elevadas tasas de interés para revertir el curso alcista de la inflación, las tensiones en el sistema financiero global, la lenta reapertura de China y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por su parte en el mercado local, se destaca que el Banco de la República incrementó la tasa de intervención en 25 puntos básicos ubicándola en 13,25%, mientras que el peso colombiano se depreció 2% por la incertidumbre local y las preocupaciones respecto a los efectos de segunda ronda derivados de la situación de los bancos regionales estadounidenses, entre otros factores.
