Bogotá — El ritmo económico que tuvo Colombia en el segundo trimestre del año confirma el proceso de desaceleración que los expertos han venido advirtiendo que se daría en el país.
Para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), la industria y el comercio, termómetros clave de la demanda agregada, han mostrado comportamientos negativos en gran parte de 2023.
Además, advierte que 5 de las 12 actividades económicas presentaron crecimientos negativos, donde destaca el sector secundario que fue el de mayor caída.
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Eso preocupa a los expertos den centro de pensamiento porque son sectores estratégicos para la economía por sus encadenamientos y su capacidad de generar empleo.
Así mismo, agrega que la economía continúa siendo impulsada por los servicios; en este periodo, en mayor medida por la administración pública y la salud.
El sector agropecuario continúa en terreno negativo, lo que mantiene las alertas por la llegada del Fenómeno de El Niño que reducirá el nivel de embalses y comprometerá los rendimientos de los cultivos.
Con todo, es evidente que la fuerte política monetaria contractiva desplegada por el Banco de la República ha sido efectiva en controlar la inflación, pero también en desalentar el acceso a crédito y resentir el crecimiento económico.
Por eso, ANIF espera un aterrizaje forzoso en la segunda mitad del 2023, con condiciones de crecimiento más estrechas que mejorarán de forma paulatina, alentadas por el esperado recorte en tasas de interés que se prevé se dará en los próximos meses.