Bloomberg Línea — El presidente Gustavo Petro critica que, tras la orden de no exportar carbón hacia Israel, hoy, amparadas en excepciones de ley, las empresas que operan en Colombia aún estén enviando el combustible a ese país y ante ello, surge la duda del rol que puede llegar a desarrollar la energía nuclear en la descarbonización de la economía.
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“No sale una tonelada de carbón para Israel, y asumo la responsabilidad”, fue la orden que le dio el presidente Petro a las Fuerzas Armadas colombianas.
En el marco de esa discusión, dos investigadores de la Universidad Javeriana, Camilo Prieto Valderrama y Diego Patiño, pusieron sobra la mesa el rol que puede desempeñar la energía nuclear en los próximos años.
Dice Prieto, en un intercambio de mensajes con el presidente que su estudio, “muestra que reemplazar las térmicas de carbón por nuclear desde 2035, le evitará al planeta más de 76 millones de toneladas de CO2 equivalente mejorando la seguridad energética”.
El estudio, titulado ‘Modeling the transition from coal to SMRs in Colombia: emissions avoidance under deterministic and probabilistic frameworks’ cuantifica el impacto climático de una estrategia de carbón-nuclear en Colombia, demostrando que la sustitución progresiva de la generación térmica a carbón por reactores modulares pequeños (SMR) entre 2035 y 2052 podría evitar una significativa cantidad de emisiones.
Utilizando un enfoque de modelización tanto determinista como estocástico, los resultados proporcionan estimaciones sólidas de la reducción de emisiones y revelan que la incertidumbre en parámetros técnicos clave, como la intensidad de las emisiones de carbón y los factores de capacidad de los reactores, tiene una influencia significativa en los resultados.
“Esto reduciría nuestras emisiones de GEI y mejoraría la calidad del aire”, asegura Prieto.
Las conclusiones subrayan la importancia de integrar marcos probabilísticos en la planificación energética a largo plazo para evitar sobreestimar el potencial de mitigación.
Reactores modulares pequeños
Más allá de sus resultados cuantitativos, el estudio también destaca consideraciones más amplias que son esenciales para la viabilidad de los SMR en Colombia.
En primer lugar, aunque el modelo asume un calendario de despliegue idealizado, reconoce las limitaciones del mundo real, como la concesión de licencias, los plazos de construcción, la idoneidad del emplazamiento y la disponibilidad de infraestructuras.
Según el documento, una evaluación geográfica de las ubicaciones de las centrales de carbón existentes confirma que varios emplazamientos cumplen los criterios técnicos para el posible despliegue de SMR.
En segundo lugar, dicen los investigadores, aunque este análisis no modela en detalle escenarios alternativos de descarbonización, incluye un debate comparativo de las estimaciones del costo nivelado de la electricidad procedentes de fuentes internacionales.
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Estas comparaciones sugieren que los SMR “podrían desempeñar un papel complementario junto con las energías renovables, en particular como fuente firme y de bajas emisiones de electricidad para apoyar la estabilidad y la resiliencia de la red ante la variabilidad de la energía hidroeléctrica”, dice el estudio.
En tercer lugar, el estudio reconoce las compensaciones medioambientales asociadas a la tecnología nuclear.
Aunque los SMR no emiten co2 ni contaminantes atmosféricos como el SO2 o el NOX, generan residuos radiactivos que deben gestionarse de forma segura.
Energías más baratas
Colombia ha adoptado un marco regulatorio (resolución 40.234 de 2024), y los futuros despliegues requerirán su desarrollo continuo.
Las innovaciones emergentes en el ciclo del combustible, como MOX y REMIX, ofrecen vías prometedoras para reducir los volúmenes y la toxicidad de los residuos a largo plazo.
Teniendo en cuenta estas conclusiones, la vía del carbón a la energía nuclear representa “una estrategia técnica y medioambientalmente viable para descarbonizar el sistema eléctrico de Colombia”, según concluyen los investigadores Prieto y Patiño.
Sin embargo, advierten que su éxito dependerá no sólo del rendimiento en materia de emisiones, sino también de la “selección tecnológica, la preparación normativa, la viabilidad específica del emplazamiento y la aceptación social”.
Consideran que para “futuras investigaciones, es esencial avanzar en el desarrollo de un marco regulatorio nacional que permita la evaluación y el posible despliegue de los SMR en Colombia.
Incluso, consideran que también debería incorporar escenarios de despliegue dinámicos que reflejen los retrasos regulatorios, los plazos de construcción y la preparación de la infraestructura.
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La conclusión del presidente Petro fue que la energía nuclear está en etapa de investigación en Colombia y “aceptamos que es alternativa para la descarbonización”, sin embargo, considera que “nuestras ventajas comparativas en sol y vientos, cantidades de agua, posibilidades de hidrógeno blanco, y placas magmáticas pueden hacer más baratas estas energías respecto a la nuclear”.