Condena de Uribe será un arma política de la izquierda y la derecha en Colombia para las elecciones

Expertos señalan que no solamente en Colombia, sino en diferentes países del mundo y América Latina, los extremos ideológicos terminan cooptando el panorama electoral.

Condena de Uribe será un arma política de la izquierda y la derecha en Colombia para las elecciones.
08 de agosto, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — La condena de 12 años de prisión al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, será un arma política a usar, tanto de la izquierda como de la derecha, en las elecciones presidenciales de 2026, señalan expertos consultados por Bloomberg Línea.

“La derecha va a utilizar como eje de su narrativa parte de la moralización del juicio en contra del expresidente Uribe para polarizar aún más el debate político”, aseguró Carlos Arias, doctor en Psicología Política de la Universidad Católica de Colombia y gerente de la firma Estrategia & Poder.

PUBLICIDAD

Agregó que seguramente ello le va a dar herramientas también de retórica a la izquierda para desacreditar a los candidatos de derecha que vayan al Congreso o que vayan a las elecciones presidenciales.

En ese sentido, explicó que no solamente en Colombia, sino en diferentes países del mundo y en América Latina los extremos ideológicos terminan cooptando el panorama electoral.

Ver más: Expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez fue condenado a 12 años de prisión

PUBLICIDAD

Lo que no solo deja por fuera al centro, que busca mitigar los desmanes emocionales que representan narrativas de extrema derecha o de extrema izquierda, sino que deja también por fuera la posibilidad de tener unas posiciones mesuradas y que busquen concertar diferentes extremos y diferentes posiciones que de una u otra forma representan, en este caso en Colombia, al Gobierno Nacional y a la oposición.

El pasado primero de agosto, en un hecho sin precedentes, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, fue condenado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria al hallarse culpable de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.

La decisión, que llegó tras un proceso de más 10 años, llevó consigo la realización de 67 audiencias. Todavía en el caso falta una segunda instancia, teniendo en cuenta la apelación a la que recurrió la defensa del exmandatario colombiano.

El proceso contra el expresidente comenzó en 2012, cuando el exmandatario denunció al senador Iván Cepeda por supuestamente manipular testigos para vincularlo con grupos paramilitares.

PUBLICIDAD

Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema de Justicia archivó la denuncia contra Cepeda y, en cambio, abrió una investigación contra Uribe al encontrar indicios de que él y su abogado, Diego Cadena, habrían sido quienes intentaron manipular testigos para desprestigiar a Cepeda y desviar las investigaciones sobre los presuntos vínculos de Uribe con el paramilitarismo.

Fernando Posada, consultor político y columnista de opinión, refirió que, con una narrativa de rechazo a la condena en primera instancia contra Uribe, la derecha podría aspirar a recuperar un poco esa aprobación y esa unidad que fue perdiendo con los años y que fue lo que en gran parte le abrió un terreno político a Petro para llegar al poder.

Ver más: Muchas inquietudes en Wall Street por el futuro político de Colombia: se acercan a candidatos

Al respecto, especificó que para la derecha colombiana no es una sorpresa este proceso y esta condena, con lo que lleva varios años construyendo una narrativa en la cual compara los beneficios que el acuerdo de paz dio a los exmiembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y la presencia de Petro como excombatiente de un grupo armado en la Presidencia de la República, con la condena de Uribe.

“Esa estrategia narrativa puede ayudarle a recuperar mucho terreno político a la derecha”, dijo Posada. “Esto va a depender en gran parte de que la derecha colombiana logre construir una candidatura única y que sepa unir a muchos sectores”.

Posada dijo que la importancia que va a cobrar que sea un candidato que logre representar los diferentes sectores de la derecha y que no sea ni una propuesta demasiado central pero que tampoco sea una propuesta del radicalismo que divida.

PUBLICIDAD