Bloomberg Línea — La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Ayuda en Acción lanzaron una alerta sobre el futuro de la juventud en Latinoamérica por cuenta de la crisis de financiación en la cooperación internacional que afronta el mundo.
Dice un reciente informe de ambos organismos que, para 2030 más del 70% de la juventud de la región trabajará en el sector servicios, en un contexto de creciente informalidad y precarización laboral. A lo que se suma que los actuales recortes en cooperación agravan la situación, debilitando aún más las posibilidades de un desarrollo inclusivo con la juventud en la región.
Esa expansión acelerada del sector servicios que se prevé en los próximos años presenta un riesgo: la mayor parte de estos empleos se desarrollan en condiciones de baja productividad e inestabilidad. En ausencia de políticas adecuadas, podría haber una presión al alza en las tasas de desempleo y precariedad, especialmente en zonas urbanas.
“Con menos inversión en educación, formación y empleo juvenil, millones de jóvenes quedarán atrapados en la pobreza o se verán obligados a migrar y enfrentarse a políticas restrictivas y agresivas”, dijo Alberto Casado, director de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción,
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El ejecutivo explicó que la situación era preocupante antes de los recortes, pero que ahora la región puede estar enfrentándose a una crisis social.
Recorte de USAID, lo que más preocupa
Uno de los recortes que más pueden afectar a América Latina es el que se refiere a los fondos que provenían de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Según los datos oficiales de ayuda externa de Estados Unidos, en 2024 USAID distribuyó más de US$36.000 millones de dólares en ayuda global.
De esta suma, casi US$2.000 millones fueron dirigidos a iniciativas en Latinoamérica.
Para el caso de Colombia, por ejemplo, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prende las alertas en Colombia, país que en 2025 debería recibir US$380 millones, un monto que frente a 2024 se redujo considerablemente. En esa vigencia se recibieron US$410 millones.
Para 2023, la administración Biden destinó US$68.000 millones a programas de asistencia en el extranjero. Para el caso del país cafetero, durante 2023 se recibieron US$740 millones en recursos provenientes de Estados Unidos, que fueron invertidos principalmente en programas de paz y seguridad, asistencia humanitaria y desarrollo económico.
“Colombia es uno de los principales receptores de ayuda estadounidense en Latinoamérica, por lo que esta medida genera incertidumbre, especialmente por la tensa relación que pueda existir entre el gobierno Petro y el secretario de Estado Marco Rubio, que se ha caracterizado por su postura crítica hacia los gobiernos de izquierda en América Latina”, dijo en un comunicado la Cámara de Comercio Colombo Americana.
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A esto se suma, agrega el estudio de la Cepal, que Latinoamérica estaba ya fuera del foco de muchos donantes internacionales europeos, con el agravante de que, de manera general, en otros recortes anunciados por más actores donantes clave como Francia, Alemania o Reino Unido han anunciado ya recortes en sus presupuestos de AOD (Ayuda Oficial para el Desarrollo) para los próximos años en favor de presupuestos para defensa.
Ante dicha crisis, se abren nuevas oportunidades a nivel global. De acuerdo con Ayuda en Acción, en un contexto de creciente inestabilidad global, España debe de seguir apostando por la cooperación al desarrollo en la región y tener un rol de liderazgo dentro de la Unión Europea para reforzar la alianza estratégica entre América Latina y Europa.
“Apostar por programas de cooperación educativa, laboral y social es fundamental para promover esta alianza estratégica”, dijo el informe del organismo, destacando que no solo se trata de mitigar los posibles riesgos de inestabilidad social sino de explotar las oportunidades que la transición verde y digital ofrece a la juventud de la región.