Bloomberg — Estados Unidos ha “descertificado” a Colombia como socio en la guerra contra las drogas en medio del mayor auge de la cocaína de la historia.
Es probable que la medida afecte la inversión extranjera, la financiación multilateral y el turismo, ya que un aliado de larga data de Washington ahora se encuentra en la misma categoría de país rebelde que Venezuela, Bolivia, Afganistán y Myanmar.
“Estados Unidos nos está descertificando”, declaró el presidente colombiano Gustavo Petro en una reunión de gabinete televisada el lunes por la noche. “Tras decenas de muertes, policías, soldados y ciudadanos comunes intentaban evitar que la cocaína les llegara”.
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Colombia ha sido uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense este siglo, con cerca de US$14.000 millones, incluyendo asistencia militar para combatir a los cárteles de la droga y a la insurgencia marxista. Sin embargo, las relaciones entre el presidente Donald Trump y el presidente izquierdista colombiano se deterioraron rápidamente, con enfoques muy diferentes entre ambos líderes en la lucha contra las drogas, la migración y las relaciones con Venezuela.
Trump, en una determinación presidencial, culpó a Petro por la medida, criticando al gobierno de Colombia por no detener los aumentos de producción, así como los “intentos fallidos de Petro de buscar acuerdos con grupos narcoterroristas”.
“El fracaso de Colombia en cumplir con sus obligaciones de control de drogas durante el último año se debe únicamente a su liderazgo político”, dijo Trump.
La Casa Blanca no llegó a exigir que se suspendiera la ayuda estadounidense, e incluyó en la determinación una exención que declara que la asistencia estadounidense sigue siendo un interés nacional vital.
Sin embargo, la decisión podría potencialmente reducir los ingresos del turismo en hasta US$1.000 millones por año si Estados Unidos intensificara sus advertencias de viaje a Colombia, según un estudio de la Cámara de Comercio Colombo-Estadounidense publicado en agosto.
También podría conducir a una reducción de la cooperación bilateral, una caída de hasta un 60% en el acceso al crédito de prestamistas multilaterales y podría asustar a los inversores extranjeros, concluyó el estudio.
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Aun así, el daño económico está limitado por el hecho de que la ayuda estadounidense ya no es tan significativa para Colombia como lo fue a principios de siglo, según Adam Isacson, quien estudia la política entre Estados Unidos y Colombia en la Oficina de Washington para América Latina.
Desde que asumió el cargo en 2022, Petro ha buscado la “paz total” mediante negociaciones con la guerrilla y los ejércitos privados del narcotráfico. Hasta el momento, esta estrategia no ha logrado desmovilizaciones significativas, aunque las conversaciones con algunos grupos están muy avanzadas.
Colombia produce ahora más de seis veces más cocaína que en 1993, año del asesinato de Pablo Escobar. El cultivo de coca en Colombia aumentó un 10% el año pasado, alcanzando las 253.000 hectáreas, suficiente para producir más de 2.600 toneladas de cocaína pura, una cifra muy superior a la de Perú y Bolivia juntos.
Trump dijo que estaría dispuesto a considerar cambiar la designación si Colombia adoptara una postura “más agresiva” contra los narcotraficantes, incluyendo trabajar con Estados Unidos para “llevar a los líderes de las organizaciones criminales colombianas ante la justicia”.
Esta historia fue actualizada con más información a las 22:14 ET en los primeros párrafos.
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