Bogotá — La industria del software en Colombia vende anualmente unos COP$45 billones, representa el 3,4% del PIB nacional y, para este año, su objetivo es que sus exportaciones crezcan un 20%.
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Ximena Duque, economista de la Universidad ICESI con una maestría en asuntos internacionales de la Universidad Externado de Colombia, lidera el gremio que busca ganar mayor relevancia dentro de la economía colombiana en un momento en que el país se prepara para cambios significativos en distintos frentes.
En 2022, Colombia alcanzó exportaciones por 1.000 millones de dólares, y al cierre de 2024, se estima que la cifra llegó a 1.300 millones de dólares, representando el 32% de las exportaciones de servicios.
“Los principales mercados de destino incluyen Estados Unidos, México, España, Ecuador y varios países de Centroamérica, donde las empresas colombianas han logrado una presencia significativa”, afirma Duque en una entrevista con Bloomberg Línea.
Además, señala que dentro de la cifra no se incluye el fenómeno de la internacionalización: “Las empresas buscan expandirse mediante la instalación de sedes en otros países. Estados Unidos es el destino principal de estas compañías, aunque también se han establecido en Panamá, España y otros mercados estratégicos”, explica la presidenta gremial.
Este modelo permite a las empresas ofrecer sus servicios desde el extranjero y fortalecer su competitividad a nivel global.
Retos y preocupaciones
Duque explica que, a pesar del crecimiento del sector, persisten desafíos en la estructura empresarial. “El 95% de las empresas del sector son pequeñas, mientras que el 2% de las compañías concentran el 80% de los ingresos”, señala. Esto, según ella, refleja la necesidad de fortalecer a las firmas emergentes.
Las mayores preocupaciones para las empresas del sector están asociadas con la estabilidad en las reglas de juego del país y cómo esto influye en la inversión en tecnología.
“Por ejemplo, lo que ocurre en el sector salud. La incertidumbre sobre su futuro afecta las inversiones de muchas grandes empresas”, sostiene Duque.
Si bien reconoce que la incertidumbre afecta a múltiples sectores, en el caso de la industria del software ha significado la suspensión de inversiones en ciertos proyectos.
Aunque la guerra comercial entre Estados Unidos y China genera nerviosismo en muchas industrias, Duque aclara que no es el caso del sector tecnológico, ya que el tratamiento arancelario para sus productos es beneficioso.
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Cabe destacar que, en el TLC con Estados Unidos, se acordó que el software es considerado un bien digital y su comercio está exento de aranceles.
Apoyo para cerrar brechas
De acuerdo con la presidenta de Fedesoft, la industria tiene un enorme valor para la innovación, la generación de empleo de calidad y la reducción de brechas sociales.
“Nosotros abogamos por más beneficios tributarios e incentivos para que las empresas colombianas sean cada vez más potentes y puedan aportar más al ecosistema de tecnología e innovación”, afirma Duque.
Además, sostiene que uno de los factores clave para ese propósito es la inteligencia artificial (IA), pero advierte: “Si la regulamos en exceso, podríamos frenar el desarrollo digital del país”.
Insiste en que se debe motivar al gobierno a ofrecer incentivos a la industria nacional para que la innovación permanezca en Colombia.
Necesidad de créditos blandos
El sector del software en Colombia ha enfrentado históricamente dificultades para acceder a financiamiento debido a la naturaleza intangible de sus activos, explica Duque.
“A diferencia de otras industrias que pueden respaldar sus préstamos con bienes físicos, las empresas de tecnología dependen del valor de su software, lo que representa un desafío para muchas entidades financieras al evaluar el riesgo crediticio”, asegura.
Añade que, si bien algunos bancos han comenzado a ofrecer líneas de crédito especializadas para la industria, el panorama sigue siendo complejo. “Las altas tasas de interés y la inflación han dificultado aún más el acceso a financiamiento en condiciones favorables”.
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Esta situación limita el crecimiento y desarrollo del sector, que requiere inversión constante en innovación y expansión.
El problema es aún más crítico si se considera que la mayoría de las empresas del sector son pequeñas y medianas, con menor respaldo financiero para enfrentar dificultades económicas.
“Sin acceso a créditos accesibles, muchas compañías ven restringidas sus posibilidades de escalar y consolidarse en un mercado cada vez más competitivo”, indica Duque.
Ante este desafío, el sector del software insiste en la necesidad de créditos blandos y mecanismos de financiamiento adaptados a su realidad.
Retención de talento
El sector del software en Colombia ha experimentado un cambio significativo en la dinámica del empleo tecnológico, impulsado por la creciente demanda global de talento digital.
Según Duque, la pandemia aceleró este fenómeno y permitió que muchos profesionales trabajaran de forma remota para empresas extranjeras, lo que representa un reto para la industria local. “Competimos con empresas que pagan en dólares y ofrecen beneficios atractivos, lo que pone en aprietos a nuestras compañías”, explica.
Para enfrentar esta situación, Fedesoft ha fortalecido su área de talento y ha trabajado en estrategias para reducir la rotación laboral en el sector.
“El año pasado realizamos nuestro estudio de salarios y vimos que, aunque la rotación laboral aumentó en otros sectores, en software disminuyó. Esto se debe, en parte, a que la presión por la contratación internacional se estabilizó en 2023, tras los despidos masivos en grandes tecnológicas”, señala Duque.
No obstante, enfatiza que sigue siendo fundamental garantizar que las empresas colombianas cuenten con el talento adecuado para su crecimiento.
Una de las iniciativas clave que lanzará Fedesoft próximamente es un programa de “células de talento”, que busca mejorar la formación de profesionales en niveles semisenior y senior.
“Hoy tenemos muchos juniors en el mercado, pero la brecha se da en los niveles más altos. Queremos enseñar a los empresarios a aprovechar mejor este talento para que haya una progresión real en sus carreras”, afirma la ejecutiva.
Además, Fedesoft ha firmado una alianza con la OIT y el Ministerio TIC para ofrecer 52 rutas de formación y certificaciones, lo que permitirá a las empresas mejorar la capacitación de sus empleados de manera gratuita.
Otro punto crítico para la industria es el impacto de la reforma laboral en el esquema de contratación. “Muchos jóvenes del sector reciben sus ingresos a través de mecanismos diferentes a los tradicionales, y esto no está siendo reconocido en la reforma. Si no se ajusta a la realidad del mercado, podría afectar la competitividad y el desarrollo del sector”, advierte Duque.
En este contexto, resalta la importancia de fortalecer la estrategia de exportación para que las empresas locales puedan competir en igualdad de condiciones y ofrecer mejores salarios. “Necesitamos que nuestras compañías sean más competitivas en los mercados globales, con una billetera más robusta para retener talento”, concluye.
