Nuevo revolcón ministerial de Petro perjudica la ejecución de su plan de gobierno y aleja al Congreso

Luego de la pérdida del Ejecutivo en la elección de magistrado de la Corte Constitucional, el presidente evalúa qué cambios hacer en su gabinete.

Gustavo Petro, presidente de Colombia
11 de septiembre, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — Un nuevo revolcón ministerial en el gabinete de Petro lo aleja más del Congreso, en medio del trámite de su tercera reforma tributaria, y dificulta además la ejecución de su plan de gobierno con cambios recurrentes de mando.

Sobre la mesa del presidente están las renuncias protocolarias de cuatro de sus ministros: Antonio Sanguino, de Trabajo; Julián Molina, de Tecnologías e Información; Diana Morales, de Comercio; y María Fernanda Rojas, de Transporte.

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Las dimisiones llegaron a su escritorio a pedido del mandatario, quien dio la orden tras conocer su nueva derrota en el legislativo: la elección del ex Defensor del Pueblo Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional.

Por Camargo votaron 62 senadores, mientras que María Patricia Balanta, su principal contrincante y quien contaba con el beneplácito del Gobierno Petro, se quedó en la carrera con 41 votos.

“Los cambios ministeriales confirman el desastre, en términos de gestión, de este Gobierno”, le dijo a Bloomberg Línea Carlos Arias, doctor en Psicología Política de la Universidad Católica de Colombia y gerente de la firma Estrategia & Poder. “Un ministro no puede liderar una cartera y no puede mover las agendas de un sector si lo están removiendo cada seis o cada tres meses”.

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Arias dice que así las políticas públicas fracasan y que el presidente Petro busca, a poco menos de un año de terminar su mandato, darles oxígeno burocrático a las agendas electorales de sus candidatos a la Cámara de Representantes y el Senado de la República.

El consultor político Fernando Posada comentó a Bloomberg Línea que el Gobierno Nacional, sin buscar hacerlo, reconoce un incumplimiento de una de sus promesas de fondo de la campaña de 2022: un cambio radical frente a la forma en que se hace la política en Colombia.

Explicó que el Ejecutivo reconoce, a su vez, una práctica de clientelismo, que no es otra cosa que asignarles a los partidos políticos cargos y cuotas burocráticas a cambio de sus votos en el Congreso.

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“El último año de un Gobierno es cuando más pierde poder, mientras el legislativo gana más terreno, teniendo en cuenta las elecciones al Congreso y la dependencia de congresistas que tiene el Ejecutivo”, dijo Posada.

En ese sentido, señaló que el panorama trae un efecto negativo para dos proyectos bandera de Petro: las reformas tributarias y de salud. “Lo que el Gobierno tiene para ofrecer se va perdiendo en la medida en que le queda poco tiempo en el poder y ya los congresistas están viendo tanto el futuro de sus elecciones a nivel territorial o nacional”.

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Así, dice Posada, la agenda legislativa deja de ser prioridad y con lo que queda sobre la mesa un nuevo distanciamiento entre Petro y el Congreso por cuenta del trámite de dichas reformas.

Entre tanto, la reforma tributaria, que ya cuenta con la oposición del sector privado, está esperando ponencia para tener fecha de primer debate, la de salud está a la espera de su tercer debate en la Comisión Séptima del Senado colombiano desde hace cinco meses.

“Nada que se mueve la reforma a la salud, pareciera que el Congreso la quiere echar por tierra”, dijo Petro en su más reciente consejo de ministros. “¿Cuál es la Comisión? La Séptima de Senado, que ya había frenado la reforma laboral y ésta la ha votado dos veces en contra”.

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