Bloomberg Línea — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dejó entrever que los venezolanos ya no quieren al chavismo en el poder. Lo hizo durante su intervención en el IV Foro Abierto de Ciencias de América Latina y el Caribe (CILAC) 2024, realizado en la isla de San Andrés.
El mandatario se defendió de quienes lo critican por impedir la firma de nuevos contratos de exploración y explotación petrolera, en una apuesta por la transición energética en Colombia, cuando ese fue el camino que debió seguir el chavismo en Venezuela para no llegar al punto en el que está, según él.
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“Se burlan del presidente que dice en Colombia dejemos el petróleo y el carbón, porque es el camino de la desigualdad social y de la muerte; Chávez no me lo entendió muy bien y miren lo que le pasa a Venezuela, que ya no saben si es democracia, ya no saben si es revolución, ya el pueblo no los quiere”, expuso.
Lo que sí entendió Chávez, a juicio del presidente Petro, es que el progreso va de la mano de la educación, bien sea para labrar la tierra o llevar la industria nacional a otros niveles.
“Chávez no entendió bien el asunto, pero comprendió parte: hay es que producir en la tierra y en la industria. Y para ello hay que tener saber”.
En ese sentido, hizo un llamado de atención a quienes critican y hasta se burlan de los 2,8 millones de migrantes del vecino país que arribaron a Colombia hasta el pasado enero, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), huyendo de la crisis humanitaria y económica que se acentuó en Venezuela en los últimos años.
Petro aseguró que las personas que han arribado a Colombia tienen mayor educación y lo argumentó: “¿Por qué tienen ellos un mejor nivel escolar? Porque ese Gobierno dedicó el dinero del petróleo a la universidad, al saber, a la universidad para el pueblo y no se equivocó, en cambio, aquí cerramos las universidades, las dejamos sin presupuesto”.
La relación entre Colombia y Venezuela llegan a un momento crucial
Cuando Gustavo Petro llegó a la Presidencia de Colombia, retomó las relaciones diplomáticas con Venezuela y reabrió la frontera. Incluso, junto con el mandatario brasileño, Lula da Silva, comenzó a abogar por una paz política que brindara garantías a las elecciones del pasado 28 de julio, aunque no lo logró.
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Tras la supuesta victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, el Gobierno Petro ha sido insistente en que solo reconocerá los resultados de los comicios cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) publique las actas de escrutinio; lo mismo hizo Lula y, en su momento, el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Pero ahora el Gobierno de Colombia enfrenta una encrucijada: decidir si asiste a la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, el próximo 10 de enero, aunque el chavismo no ha logrado certificar su victoria. A ello se suma algo: el candidato opositor, que se autoproclamó vencedor en las elecciones, aseguró que regresará el país para asumir el cargo.
“Vamos a responder a la invitación en su debido momento”, dijo el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, respecto a la invitación extendida por Nicolás Maduro a su investidura. La respuesta, cualquiera que sea, seguramente marcará un nuevo rumbo en las relaciones con Venezuela.