Bogotá — La gran conclusión de las reacciones al crecimiento económico de Colombia de 1,7% durante 2025 apuntan a un panorama agridulce: una variación positiva, pero insuficiente. Más aún cuando hay sectores que permanecen en cuidados intensivos y cuando la inversión está en sus mínimos históricos.
Las buenas noticias están por el lado de la agricultura, que el año pasado creció 8,1% y con un dinamizador importante: el café colombiano.
Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, destacó que el gran dinamizador de la agricultura fue el café, que alcanzó un sobresaliente 22,5%. “El aporte del sector agropecuario fue de 0,8 puntos (47%) al crecimiento de la economía nacional de 1,7%. Cuando revisamos el ultimo trimestre del 2024, de octubre a diciembre, fueron las familias caficultoras las que tuvieron un aporte protagónico en el crecimiento económico nacional”.
Señaló que esta actividad agrícola logró un crecimiento admirable del 33,1%, jalonando el sector agropecuario que alcanzó un 6,5%, y apoyando la reactivación del país. “Debo recordar que crecimiento de la producción de las fincas cafeteras fue del 23% en volumen, esfuerzo del caficultor colombiano, y una muestra de la solidez de un gremio unido”.
Ver más: PIB de Colombia creció 1,7% en 2024 impulsado por agricultura y actividades artísticas
Y agregó que en 2025 seguirán siendo el renglón económico más democrático del país.
Por otro lado, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, destacó el comportamiento del sector de actividades artísticas y de entretenimiento, los conciertos, obras de teatro, actividades deportivas, y especialmente las apuestas en línea, digitales, que han tenido un aumento muy importante luego de la pandemia.
Y también calificó como positiva la recuperación del comercio, sector que tocó fondo en el primer trimestre del año pasado y que cerró con un crecimiento superior al 4% en el último trimestre, para obtener un crecimiento cercano al 1% en 2024. “Así que positivo que el comercio, que ha tenido unos dos años terribles a finales del 2022, 2023 y principios del 2024, por fin tiene cifras positivas”.
Frente a lo que genera preocupación, habló de la industria manufacturera, que completa seis trimestres consecutivos de caídas en su actividad económica. “Esto no se había visto en la historia moderna de nuestro país. Al menos desde que el Dane tiene cifras de actividad productiva en este Siglo XXI. Un sector que es muy importante desde el punto de vista de actividad económica y también, por supuesto, para la generación de empleo”.
Se refirió, además, al sector minero energético, que cerró otra vez el año en rojo. “Muy mala noticia, se profundiza la cara de un sector. Aquí estamos hablando del petróleo, carbón y otros minerales que, por supuesto, por señales del Gobierno, no han tenido las dinámicas que uno quisiera de un sector que también le puede aportar no solamente recursos al propio Gobierno a través del pago de impuestos, sino también a las entidades territoriales a través del pago de regalías”.
Mejía puntualizó otra preocupación: la caída de la inversión. Dijo que si bien se empieza a recuperar durante la segunda mitad del año, en el año completo el crecimiento fue muy bajo, apenas el 3%. Lo que generó que la inversión en el 2024 cerrara en 16,5% del PIB, igual que en 2023″.
Ver más: Acción de Ecopetrol ve la luz: bancos mejoran recomendación ante salida de Petro del poder
Añadió que esta es la cifra más baja en más de 20 años de historia económica y que la cifra razonable de inversión para la economía colombiana es entre el 21% y el 22%. “Si no se logra aumentar la inversión en maquinaria, en equipo tecnológico, va a ser muy difícil que Colombia recupere las cifras de crecimiento de largo plazo del 3,5%.
A lo que concluyó que ojalá Colombia pudiera crecer al 4% o al 6%, uno de los retos más importantes en política económica.” Al tema fiscal agregaría yo cómo aumentar la inversión, que es la fuente sostenible del crecimiento económico en cualquier país, incluido Colombia”.