Bloomberg Línea — Colombia vivió un jueves violento, con dos atentados casi simultáneos que dejaron al menos 14 personas muertas y más de 36 heridas.
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En Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, un camión cargado con explosivos detonó cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en la Carrera Octava, una vía comercial y muy transitada de la ciudad.
A medios nacionales, Germán Escobar, secretario de Salud de la ciudad, informó que, hasta el momento, había seis personas muertas y más de 50 heridas.
El alcalde de Santiago de Cali, Alejandro Eder, anunció una recompensa de hasta COP$400 millones (unos US$100.000) “a quien brinde información que permita identificar y capturar a los responsables”.
“Cali no bajará la guardia ante este atentado y solicitamos al Gobierno Nacional mayor acompañamiento para garantizar la tranquilidad de los caleños”, dijo Eder, al tiempo de ordenar la restricción del tránsito de camiones pesados entre las 19:00 del jueves y las 04:00 del viernes.
En redes sociales circularon videos que mostraban escenas de caos, con personas heridas, un camión en llamas y varios vehículos destruidos.
Horas antes, en el municipio de Amalfi, Antioquia, un helicóptero de la Policía Nacional fue atacado y derribado, presuntamente con un dron cargado con explosivos, mientras apoyaba una operación de erradicación manual de cultivos ilícitos.
El ataque dejó ocho policías muertos y al menos ocho más heridos. Según el Gobierno, en esa zona operan tanto el Frente 36 de las disidencias de las FARC como el Clan del Golfo.
La reacción de Petro
El presidente colombiano, Gustavo Petro, confirmó ambos atentados y aseguró que el ataque es una “reacción terrorista” del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC, a una ofensiva del Ejército en la región del Cañón del Micay, Cauca, contra ese grupo armado.
Más adelante, durante un acto de entrega de tierras en Valledupar, anunció que su Gobierno declarará como organizaciones terroristas a la Segunda Marquetalia y al Clan del Golfo.
“El Gobierno considera aquí y le pide al mundo que considere a la junta del narcotráfico como una organización terrorista, y a sus bandas armadas en el Cauca, Guaviare, Antioquia y el Caribe colombiano”, dijo el mandatario en un mensaje posterior en X.
Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, anunció una reunión con las autoridades competentes" para diseñar e implementar estrategias contundentes que desmantelen estas redes criminales. Convoco a toda la ciudadanía a unirse en esta lucha, porque juntos, con firmeza y resolución, protegeremos nuestra paz y construiremos un futuro sin temor".
En una publicación en X, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia “a los grupos armados no estatales a respetar los derechos humanos y el DIH”, y además, hizo un llamado al Gobierno para que adelante investigaciones rigurosas que garanticen justicia.