Bloomberg Línea — El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, enfrenta un proceso de revocatoria de mandato que comienza a ganar atención política y mediática en la capital colombiana.
El movimiento fue impulsado por el concejal Jairo Avellaneda, del partido Colombia Humana, quien argumenta que existe una “insatisfacción generalizada” con la gestión del mandatario distrital.
Según el comité promotor, los principales motivos que sustentan la iniciativa son los problemas de movilidad, la acumulación de basura y el aumento de la inseguridad en la ciudad.
El proceso se encuentra actualmente en manos del Consejo Nacional Electoral (CNE), que citó a Galán para una audiencia celebrada el 22 de octubre de 2025.
En esta etapa inicial, el organismo evalúa si los argumentos del comité cumplen con los requisitos legales para permitir la recolección de firmas.
Sólo si el CNE da luz verde, los promotores podrán iniciar la recolección de apoyos ciudadanos, requisito indispensable para avanzar hacia una eventual convocatoria a las urnas.
De acuerdo con la legislación colombiana, un proceso de revocatoria requiere la firma del 30% del total de votos válidos con los que fue elegido el mandatario.
En el caso de Galán, esto equivaldría a más de 600.000 firmas verificadas por la Registraduría Nacional. Una vez cumplido ese paso, la autoridad electoral debe fijar una fecha para la votación, en la que los ciudadanos decidirían si el alcalde continúa o no en el cargo.
Aunque el proceso apenas comienza, la movida política podría tener repercusiones significativas. Desde sectores cercanos a la Alcaldía se ha señalado que la iniciativa tiene un tinte político y busca debilitar la gestión de Galán en temas como seguridad y movilidad, justo cuando el Distrito impulsa proyectos de gran alcance como el metro y el sistema de aseo.
Por ahora, el alcalde continúa ejerciendo sus funciones mientras el CNE define si el proceso de revocatoria avanza o se archiva por falta de méritos.
En un escenario de alta polarización, la revocatoria se convierte en un termómetro del clima político en Bogotá. Si el proceso prospera, el futuro del alcalde dependerá de la capacidad del comité promotor para reunir las firmas y del respaldo ciudadano que logre mantener Galán en los próximos meses.











