El presidente de Colombia Gustavo Petro celebró el pasado 13 de febrero la adquisición de 300.000 tabletas de Dolutegravir, un medicamento utilizado en el tratamiento de virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que permitirán llegar a más pacientes a menor costo. Sin embargo, el anuncio no estuvo exento de polémica.
“Esta medicina que logra hacer retroceder el VIH, no solo evita de por vida el Sida, sino que el paciente portador puede incluso dejar de contaminar”, escribió Petro en X.
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De inmediato, la Asociación Colombiana de Infectología (ACIN) aseguró que el Dolutegravir no hace retroceder el VIH, aunque sí es altamente eficaz dentro de un tratamiento antirretroviral adecuado.
“Esto permite que las personas con VIH mantengan una carga viral indetectable y, por lo tanto, una calidad de vida óptima”, informó.
Pero el anuncio del mandatario colombiano también suscitó controversia por asegurar que la compra de Dolutegravir es un adelanto de la “reforma a la salud” que está en trámite en el Congreso.
“Era carísima en el mercado, imposible para un trabajador o sus hijos, las EPS no la recetaban por su precio y muchas personas murieron de sida pudiendo evitarlo", expuso.
En ese contexto, la ACIN realizó otras dos claridades:
- “Evitar el SIDA no es lo mismo que curar el VIH. Con el tratamiento adecuado, el VIH puede controlarse y prevenir la progresión a SIDA, pero la infección sigue presente en el organismo.
- Las EPS no negaban sistemáticamente el medicamento por su precio, ya que el tratamiento antirretroviral es parte del Plan de Beneficios en Salud (PBS) y es cubierto por el sistema de salud. El problema real ha sido, en ocasiones, la falta de oportunidad en la entrega o barreras administrativas que dificultan el acceso.“.
El porqué del festejo en torno al Dolutegravir
La razón del festejo de Petro en torno al Dolutegravir, al que no hizo referencia en su publicación en X, radica en que la reducción en los costos del medicamento obedece a una licencia otorgada al Ministerio de Salud para producirlo o importarlo a precios más bajos.
Los titulares de la patente eran Shionogi y CO Ltd y Viiv HealthCare Company, según el Ministerio de Salud, que tras una declaratoria de interés público obtuvo la licencia obligatoria de uso gubernamental del Dolutegravir, avalada por la Superintendencia de Industria y Comercio.
La licencia obligatoria de uso gubernamental permite que el Gobierno pueda limitar el alcance de la patente del medicamento sin autorización del titular, para adquirir medicamentos genéricos.
“Se estima que el tratamiento anual con Dolutegravir (TIVICAY® 50 mg) por paciente, bajo el precio reportado en el SISMED, tendría un costo de COP$4.818.894 frente al ofrecido por la OPS con un costo anual de COP$173.893″, aseguró el Ministerio de Salud el 4 de octubre de 2023, con base en un informe presentado por su Comité Técnico.
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Ese argumento fue sostenido por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, este viernes en conversación con La W.
“Con un tratamiento que hoy damos, vamos a poder tratar a 30 personas con el mismo costo que antes tratábamos a una”, expuso en el medio de comunicación radial.
Y, aunque especificó que un frasco de 30 pastillas pasará de costar COP$410.000 a COP$14.000, no ahondó en quién fue el vendedor del Dolutegravir que recién llegó al país.
Ahora bien, los grupos priorizados en la distribución de las dosis adquiridas por el Gobierno y de las que habló el presidente Petro serán:
- Población migrante venezolana (regular e irregular);
- Ciudadanos recién diagnosticados con VIH
- Pacientes con falla virológica.
- Pacientes que requieren profilaxis posexposición que según la evidencia y análisis presentados por el MSPS requerirían en primera medida el Dolutegravir.