Bloomberg Línea — A pesar de que los precios del gas en Colombia han subido hasta 36% en lo que va de 2025, la disparada de las importaciones del minero energético que hace el país aumentan el temor de mayores alzas, advierten expertos.
Información del Departamento Nacional de Estadística muestra que las compras externas de combustibles y productos de las industrias extractivas sumaron US$1.265 millones en los primeros dos meses del año, y presentaron un crecimiento de 36,1% en comparación con el mismo periodo de 2024.
Asimismo, las importaciones de Colombia de gasóleo, procedentes de Estados Unidos, sumaron US$220,8 millones entre enero y febrero de 2025, reflejando un aumento de 353,7% frente al año pasado.
Las compras externas de gas natural licuado, procedentes de Trinidad y Tobago y de las cuales no se tenía registro en los primeros dos meses de 2024, para el mismo periodo de 2025 ya suman US$130 millones.
Una tendencia que se profundiza si se revisa el comportamiento total de 2024. Según cifras de Maro, del lado de los mineros energéticos, más allá de las importaciones de gasolina (US$1.975 millones, caída de 19,7%), sobresalió el crecimiento de más de 117% de gas natural licuado, al pasar de US$400,7 millones en 2023, a US$870,5 millones el año pasado.
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El gas fue importado desde Estados Unidos (US$706 millones, aumento de 89,5%), Trinidad y Tobago (US$127,9 millones, incremento de 356,3%) y Reino Unido (US$36,5 millones, en 2023 había sido US$570).
Para Camilo Vargas, fundador de 2050 Latam (Programa Nacional de Inversión en Energías Renovables) y consultor minero energético, importar gas a precios internacionales incrementa sustancialmente sus costos en el mercado interno.
Ello afecta directamente el bolsillo de las familias, “pero también golpea a pequeñas y medianas empresas, emprendimientos y sectores productivos que dependen del gas para operar. Es un impacto transversal que afecta desde la canasta familiar hasta la competitividad empresarial".
A lo que sumó el riesgo social que implica debido a que cualquier aumento en el precio de los servicios básicos puede agravar las tensiones sociales. “Y si esto lleva a que no puedan seguir pagando el servicio y como consecuencia haya interrupciones en el suministro, el impacto en la calidad de vida será directo”, dijo Vargas.
En marzo pasado el presidente Gustavo Petro dio la orden a Ecopetrol (ECOPETL) de importar gas natural de Catar para diversificar los proveedores y reducir los precios que pagan los consumidores.
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, ha dicho que el Ejecutivo ya inició conversaciones con la administración de Catar para importar gas a Colombia.
“Está garantizado el suministro, obviamente siempre hay desafíos que vamos a enfrentar”, manifestó Palma. “El Presidente ha dicho ‘traigámoslo de Catar’ e inmediatamente hablamos con ese país“.
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Palma cree que “hay que ver todas las opciones que podamos explorar, offshore, onshore, de cualquier país. Aquí ninguna nación está vetada“.
Dijo que en Colombia hay un monopolio y un oligopolio, no solo en el mercado eléctrico, sino el de gas, y que por eso es necesario abrir todas las posibilidades para garantizar la soberanía energética del país.
Precios han aumentado hasta 36%
En febrero pasado, el Grupo Vanti y sus distribuidoras informaron que la tarifa final de gas natural para los usuarios residenciales, comerciales e industriales regulados de diferentes partes del país tendrían un incremento de hasta 36% en sus facturas a partir de ese mes.
La empresa explicó que la situación es consecuencia del mayor costo del gas nacional, la necesidad de incorporar gas importado para poder atender toda la demanda nacional, el hecho de que las nuevas fuentes de suministro de gran parte del interior del país se encuentran en la Costa Caribe, lo que aumenta los costos de transporte.
El incremento tuvo efecto inmediato en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Villavicencio, Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué, Neiva o Yopal, entre otras.
En ese entonces, la compañía enfatizó que se trataba de una coyuntura especial y excepcional que impactaba la mayor parte del interior del país, y cuyos efectos se habían intentado mitigar de manera conjunta entre todos los agentes del sector.
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Grupo Vanti aseguró que confía en que esta circunstancia no se extienda en el largo plazo, para lo cual se necesita continuar con un trabajo conjunto que permita obtener un marco regulatorio que viabilice la optimización de los precios, tanto del gas nacional como del importado en el largo plazo, así como un esquema de remuneración de transporte que reconozca las nuevas circunstancias del mercado.