Bloomberg Línea — Son las 08:00 de un martes de marzo, y en una pequeña calle de Nueva Numancia, en el centro de Madrid, suena a medio volumen una reconocida canción de salsa. Se trata de una pequeña radio que fue puesta encima de unos bloques de cemento en una obra de la Comunidad, donde sus siete trabajadores son visible y sonoramente latinoamericanos.
Con su traje naranja y sus lentes de protección, Andrés García entona algunas estrofas de la canción mientras mezcla y riega cemento en la acera. Ha vivido los últimos seis de sus 48 años de vida en España, adonde llegó por la insistencia de su hermano, que había emigrado desde Colombia un par de años atrás para trabajar como obrero de la construcción.
“Me trajo convencido de que la mano de obra latina se paga bien y que haríamos un buen dinero”, dijo García, contratado por proyectos de la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid desde hace cuatro años. Antes, había estado trabajando como taxista.
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Sus compañeros, procedentes de México, Ecuador y Venezuela, cuentan historias similares. Algunos fueron albañiles o electricistas en sus países de origen, donde la calidad de vida y la situación económica se ha ido deteriorando en la última década.
Para el jefe de la obra, un ingeniero oriundo de España, que prefirió no ser identificado por razones personales, el aporte de estos empleados es valioso, sobre todo por las ideas novedosas con las que ejecutan sus tareas.
| País | Población en España* | Afiliados Seguridad Social** |
|---|---|---|
| Marruecos | 920.693 | 350.794 |
| Rumania | 620.463 | 335.026 |
| Colombia | 578.477 | 218.739 |
| Italia | 325.358 | 192.621 |
| Venezuela | 325.254 | 177.749 |
| Reino Unido | 272.402 | 64.116 |
| China | 226.718 | 119.707 |
| Perú | 219.643 | 86.595 |
| Ucrania | 210.012 | 73.399 |
| Honduras | 171.771 | 60.122 |
*Datos del INE a principios de enero 2024.
**Datos de la Tesorería General de la Seguridad Social a febrero 2025.
Las autoridades coinciden con el ingeniero. A principios de año la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, presentó un estudio denominado la Radiografía de la Migración en el mercado laboral, y calificó el aporte de los ciudadanos extranjeros como “enriquecedor para el mercado laboral español”.
El estudio dice que la construcción (+6%), la hostelería (5,5%) y la información y comunicaciones (4,9%), son los sectores que desde 2018 experimentaron un mayor crecimiento de afiliados extranjeros al sistema de Seguridad Social español.
“Hay determinados sectores, como hostelería, construcción, que tienen muchos problemas para encontrar trabajadores españoles, o ya existen muchos jubilados, y la demanda de migración es muy alta”, dice el economista José Carlos Diez, profesor de Macroeconomía y Finanzas Internacionales, especializado en crisis financieras, al ser consultado por Bloomberg Línea.
Los colombianos y venezolanos encabezan el listado con el mayor número de latinoamericanos afiliados en la Seguridad Social, con un aumento del 122% por parte de los colombianos y un 72% de venezolanos desde 2022.
Esto evidencia una significativa tendencia hacia la regularización laboral y la integración al sistema socioeconómico español que, a juicio de expertos, ha decidido abrir las facilidades laborales a estas comunidades en medio del envejecimiento de la población española y las dificultades para cubrir las vacantes en algunos sectores.
De los casi de dos millones de extranjeros que trabajan en España y que no son de la Unión Europea, las estadísticas presentadas por la Tesorería General de la Seguridad Social española revelan que 218.739 son colombianos, la mayoría por encima de los 35 años, mientras que los venezolanos ya suman 177.749, con la mayoría de los migrantes menores de 35 años.
“La población extranjera ha restablecido su papel como principal impulsor del crecimiento del grupo de personas en edad de trabajar en España desde 2018″, dice una nota de prensa divulgada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. “Más del 70% del incremento de este indicador en los últimos años se debe a la población extranjera en edad de trabajar que ha pasado de 2,8 millones en 2018 a 3,9 millones en 2024, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA)”.
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Quienes cotizan en la Seguridad Social española, lo hacen en búsqueda de estabilidad y acceso a derechos laborales y sociales. La afiliación al sistema permite el acceso a beneficios como cobertura sanitaria, prestaciones por desempleo como el conocido “paro”, bajas por salud o maternidad, pensiones y otros servicios sociales.
La Seguridad Social en España es considerada una de las mejores del mundo, en la que incluso se le ofrece a los extranjeras seguridad y soporte, valiéndose de críticas entre los nacionales y elogios de quienes lo reciben.
“Siempre existe la esperanza de cobrar la pensión, pero nunca la garantía que de aquí a ese momento, aún exista”, comenta Nilson Hernández, migrante venezolano en España. “De igual forma, ante la obligatoriedad de afiliarse, bien sea como trabajador por cuenta ajena o como autónomo, eso te permite confiar en que tendrás algún fondo de reserva por cualquier percance de desempleo o baja”.
En ello coincide Carlos Arizaga, quien no se muestra muy interesado en las pensiones por el momento, pero sí consciente y agradecido con poder contar con un tipo de “seguro público” al cotizar.
Venezuela al segundo puesto
El alto flujo de la diáspora colombiana se ha mantenido, y aunque en cifras de cotizantes fue superado por Venezuela tres años atrás, ocupa actualmente el primer lugar de latinos que más cotizan, sólo por debajo de los inmigrantes trabajadores de Marruecos entre los países fuera de la UE, pese a que la nación africana es la que refleja un mayor número de nacionalizados españoles durante los últimos seis años, contando con 350.974 inscritos ante la Seguridad Social.
El socio y abogado de Golden Partners, Ángel Sánchez, explica este descenso porcentual de venezolanos frente a colombianos, haciendo énfasis en que la población venezolana que tenía la posibilidad económica de salir del país un par de años atrás, “ya lo hizo, y ya se encuentra regularizada y afiliada al sistema”, pese a que la hiperinflación y la crisis sociopolítica continúa afectando a sus ciudadanos.
Esto, sin embargo, podría revertirse en medio de las políticas migratorias recientes del presidente estadounidense Donald Trump, causando la deportación de miles de latinoamericanos y otros que bajo la incertidumbre sobre su estatus en EE.UU., están considerando España como un posible segundo destino.
Desde La Moncloa, el gobierno de Pedro Sánchez se estaría preparando para una nueva ola de venezolanos, esta vez procedentes desde Estados Unidos, tras la medida impulsada por la administración Trump de suspender las prórrogas del Estatus de Protección Temporal (TPS), con el que habían sido beneficiados unos 348.000 ciudadanos venezolanos en EE.UU., según recoge El Español.
Otros países
Otro resultado en la estadística compartida por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones muestra que Perú registró un incremento de 101% de afiliados ante la Tesorería de la Seguridad Social, pasando del cuarto lugar en 2022 al tercer puesto del top cinco de países latinoamericanos con más ciudadanos cotizando en 2025.
Actualmente, suman 86.595 peruanos en el sistema de la Seguridad Social. Mientras que, Ecuador, apenas marcó un aumento de 4,41% entre 2022 y 2025, elevando la cifra a 72.039.
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En el caso de Argentina, el aumento fue de 51,80% con respecto a hace tres años, fijando el dato en 62.336 a febrero de 2025, siendo 29.086 mujeres de este país inscritas y 33.240 hombres.
El abogado Sánchez considera que esto puede traducirse en una ampliación de la base de cotizantes, lo que fortalece el sistema de Seguridad Social español.
El efecto que causan estas estadísticas, de acuerdo al análisis que también hace el economista Diez, puede resultar positivo a corto plazo en los ingresos de la Seguridad Social y el sistema de pensiones de los españoles. Puede evaluarse de igual manera a largo plazo, en caso de que estas cotizaciones cumplan con el tiempo previsto en ley, y la aportación no sea cobrada. De lo contrario, sostiene, puede convertirse en un déficit como el que se plantea actualmente.
