Bogotá — En medio de la creciente alerta por el desabastecimiento hídrico, se hace necesario abordar el impacto que el suministro limitado de agua puede tener en la productividad de las empresas y organizaciones.
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En Colombia, el Estudio Nacional del Agua 2022 del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indica que las actividades productivas de agricultura y poscosecha representan el 43,25% de la demanda hídrica sectorial con un consumo de 14.000 millones de metros cúbicos por año.
A lo que siguen las actividades de generación de energía (8.224 millones de m3 ), la piscicultura (3.971 millones de m3 ) y el consumo doméstico (2.857 millones de m3). Otros sectores como las actividades pecuarias y de sacrificio, la minería, los hidrocarburos, la industria, el sector oficial y de servicios y la construcción tienen una participación mucho menor.
Diez estrategias para enfrentar la escasez:
De acuerdo con el Consejo Colombiano de Seguridad, estas son algunas estrategias que pueden emprender las organizaciones para ahorrar agua:
1. Identificar oportunidades de optimización en el uso del agua. Esto puede incluir la implementación de tecnologías más eficientes en el consumo, el reciclaje y reutilización del agua en diferentes etapas del proceso productivo y la recuperación, en lo posible, de aguas lluvias o grises para usos no potables, como riego o limpieza.
2. Identificar y priorizar las actividades laborales esenciales que requieren consumo de agua, como la producción de bienes críticos o el mantenimiento de operaciones vitales y posponer aquellas actividades no esenciales que puedan ser reprogramadas sin afectar significativamente la operatividad (por ejemplo, lavado externo de flotas de vehículos).
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3. Establecer políticas internas que promuevan el uso eficiente del agua en el lugar de trabajo, como la instalación de dispositivos de bajo flujo en grifos y duchas, la sensibilización de empleados frente al consumo racional y la creación de campañas de cero desperdicio.
4. Realizar inspecciones regulares para identificar y reparar fugas en las instalaciones, como grifos, tuberías y sistemas de agua.
5. Desarrollar planes de contingencia para hacer frente a situaciones de escasez de agua y racionamiento.
6. Implementar sistemas de monitoreo y seguimiento del consumo de agua para identificar patrones de uso, detectar anomalías y evaluar la efectividad de las medidas de conservación implementadas.
7. Diseñar e implementar sistemas de tratamiento de aguas residuales con el fin de poder reutilizar el recurso en los procesos industriales y disminuir el volumen de agua vertida, así como aportar a la protección de los fuentes hídricas gracias al vertimiento de aguas sin carga de contaminantes.
8. Incorporar alternativas para los procesos de limpieza que permitan reducir el consumo de agua, como la limpieza en seco donde a través de agentes químicos se logra la sanitización de superficies o el uso de agua a presión que emplea menos volúmenes del recurso.
9. Adecuar las instalaciones para realizar la captación de las aguas residuales de los sistemas de agua contra incendio, verificar las condiciones de esta y reutilizarla en el proceso, para el riego, limpieza o su almacenamiento para uso en caso de una nueva contingencia y/o emergencia.
10. Fomentar el teletrabajo como una medida para reducir la dependencia de las instalaciones físicas.