Qué puede aprender Costa Rica de Irlanda para potenciar su industria de dispositivos médicos

Con exportaciones que superan los US$20.000 millones y un clúster robusto, Costa Rica enfrenta un reto: la escasa presencia de empresas nacionales en esta industria.

Galway es uno de los cinco centros mundiales de MedTech y sede de 8 de las 10 mejores empresas del sector, según la Universidad de Galway.
05 de julio, 2025 | 07:00 AM

Bloomberg Línea — Costa Rica ha emergido como un referente global en la fabricación e innovación de dispositivos médicos, captando cada vez más el interés de la industria de la salud.

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En 2024, los dispositivos médicos representaron un 44% del total de las exportaciones de bienes del país, totalizando casi US$20.000 millones, un crecimiento interanual de un 14% (US$1.091 millones), según la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer).

El número impresiona por sí solo, más aún si se suma que este sector generó alrededor de 38.000 empleos directos que operan desde un robusto clúster de más de 80 empresas multinacionales, incluyendo a 13 de las 30 empresas multinacionales más importantes del sector.

Sin embargo, un dato desafía el optimismo que sugieren esas cifras: apenas cuatro empresas locales participan directamente en este sector. El contraste entre el éxito económico y la escasa presencia de emprendimientos nacionales es el punto de partida de una reciente investigación comparativa entre Costa Rica e Irlanda, publicada en la revista Small Business Economics.

Dos ecosistemas, dos resultados

El estudio comparativo entre el sector MedTech en el Valle Central de Costa Rica y la región de Galway en Irlanda, a cargo de los investigadores Majella Giblin (University of Galway), Carlos Rodríguez (INCAE), Giulio Buccini y Paul Ryan (ambos de Trinity College Dublin), sostiene que la llegada de empresas multinacionales puede actuar como catalizador para el desarrollo de actividades tecnológicas avanzadas en lugares que alguna vez fueron un desierto de conocimiento, pero difieren radicalmente en su capacidad para generar innovación local.

Irlanda/GalwayCosta Rica/Valle Central
Población5 millones5,1 millones
Empleos generados (2013)42.00038.000
Empresas instaladas en el país9587
PIB per cápita324
Facilidad de hacer negocios (2020)US$78.661US$12.244
Facilidad para iniciar un negocio (2020)23/19074/190
I&D como porcentaje del PIB (2018)1,15%0,39%
Posición global en el índice de innovación15/13156/131

Ambas regiones dieron sus primeros pasos con la llegada de empresas multinacionales: Beckman Coulter se instaló en Galway en 1973, y Baxter (BAX) en Cartago, pero con el tiempo, Irlanda logró consolidar su propio ecosistema. Para 2024, contaba con 32 empresas nacionales activas en el sector, frente a apenas cuatro en Costa Rica.

“Las nuevas empresas irlandesas no son necesariamente proveedores de las empresas multinacionales, sino son empresas nuevas que tienen su propio desarrollo de producto y su propia estrategia de marketing. En teoría son empresas locales que podrían competir con las empresas multinacionales”, dijo Giulio Buccini, coautor del estudio.

Establishment Labs cotiza en el Nasdaq desde julio de 2018. En la fotografía, la compañía celebraba en 2020 su segundo año del hito.

La única empresa costarricense de tecnología médica de alto crecimiento hasta la fecha es Establishment Labs (ESTA). Fundada en 2004, la compañía se ha consolidado como una de las diez mayores empresas a nivel mundial en implantes mamarios, y desde 2018 cotiza en la bolsa de Nasdaq.

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Para el investigador del INCAE, Carlos Rodríguez, el caso de esta compañía es muy particular. Su fundador y CEO hasta marzo de 2025, Juan José Chacón Quirós, contaba con experiencia cercana al sector gracias al entorno familiar, así como formación internacional en el MIT, lo que facilitó el acceso a redes y conocimiento especializado.

Aun con estas ventajas, el proyecto enfrentó desafíos para obtener financiamiento local en sus primeras etapas. Según testimonios recogidos en la investigación, se realizaron más de 120 acercamientos a familias con capital en Costa Rica, pero solo una mostró interés, lo que llevó al emprendimiento a buscar apoyo en el extranjero.

Las otras tres empresas nacionales, establecidas entre 2016 y 2020, son más pequeñas, cada una con menos de 300 empleados, y operan en distintas áreas del sector.

¿Qué pasa en Irlanda?

Por el contrario, desde mediados de la década de 2000 en adelante, el panorama de la tecnología médica cambió en Galway, con la formación de nuevas empresas nacionales superando con creces la de las nuevas inversiones de propiedad extranjera.

En 2016, de las 43 empresas nacionales de tecnología médica que operaban en la región, 30 de ellas diseñaban sus propios dispositivos o componentes para un mercado internacional.

Este cambio se vio facilitado por un nuevo y específico apoyo institucional, enfocado en financiamiento, desarrollo de capital humano, infraestructura de conocimiento y creación de redes, según el estudio.

Tales estrategias permitieron condiciones para que los emprendedores locales puedan atender mercados internacionales y posicionar a Galway como un referente global en MedTech, gracias a la profundidad y amplitud del conocimiento desarrollado en la región.

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“Costa Rica no ha hecho la tarea que debe. Estamos en una oportunidad de avanzar en este campo, pero nos quedamos en la etapa fácil de atracción de inversión extranjera directa”, dijo Ricardo Monge, presidente e investigador de la Academia de Centroamérica, quien moderó un webcast organizado por EmpreSomos para discutir los hallazgos de la investigación.

El informe plantea que para que la presencia de multinacionales se convierta en un verdadero catalizador de inversión, se requiere de un apoyo institucional público que impulse el desarrollo local de capacidades para atender mercados internacionales mediante nuevas empresas nacionales y la inversión extranjera directa.

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