Quito — Cualquiera de los dos candidatos puede ganar la Presidencia de Ecuador el próximo 13 de abril, pero su paso a la segunda vuelta electoral tuvo un sabor diferente tanto para el actual mandatario, un joven empresario de derecha, como para su opositora, una política y abogada izquierdista, legataria del movimiento fundado dos décadas atrás por Rafael Correa.
A Luisa González, de 47 años, los resultados electorales le supieron a victoria con el empate técnico que logró en la madrugada del lunes, mientras que Daniel Noboa, de 37 años, el sentimiento fue de derrota pues esperaba ganar la elección en la primera vuelta o, al menos, arribar al balotaje con una ventaja superior.
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La jornada de conteo de votos inició con ventaja para el candidato oficialista, pero la diferencia fue mermando hasta llegar casi a un empate técnico en la madrugada.
Al conocer los resultados, Noboa frenó el festejo que tenía preparado en un hotel al norte de Quito, mientras que González apareció a las 22:45 (ET) para proclamar su llegada a la segunda vuelta electoral como una victoria delante de sus simpatizantes en la sede de su partido.
“Hemos tomado un poco de tiempo para salir y festejar con nuestra gente, con nuestra militancia esta gran victoria, hemos vencido”, dijo la candidata del correísmo con pleno convencimiento, mientras que en el palacio presidencial reinó el silencio.
Los últimos conteos a las 9:35 (ET) del lunes (14:35 GMT) mostraban un voto-finish con el 92% de votos contabilizados así: 43,83% para la candidata de la Revolución Ciudadana y un 44,31% para el candidato de ADN.
Lo que dejó la primera vuelta y lo que viene para la segunda
Los datos muestran que Noboa y González se llevaron el 88,32% de los votos válidos de la primera vuelta electoral y que los 14 aspirantes restantes apenas recibieron el 11,68% de la intención de voto. Y debido a que las elecciones se adelantaron en un fuerte ambiente de polarización, se espera que la segunda vuelta sea aún más agresiva, pues ambos candidatos deberán pelear por los pequeños segmentos de votación que dejaron los 14 candidatos derrotados y que definirán la victoria.
Como lo explica el politólogo Santiago Basabe, a Noboa le será más difícil, pues “tendrá que ir pidiendo el voto a voto” de los 14 candidatos que quedaron fuera, pero además tendrá que ser muy cuidadoso mientras gobierna ya que “cualquiera de los errores en estos 45 días le pueden costar”.
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A decir de Basabe, González tiene más oportunidad de capitalizar sus números, pues lo más probable es que “el resto de votos anti-Noboa” sumen a su candidatura. Un ejemplo serían los votos que alcanzó el representante del movimiento indígena de clara tendencia izquierdista, Leonidas Iza (4,85%).
“Es difícil que los votos de Iza puedan girar a Noboa, prioritariamente van a ir a Luisa”, dijo Basabe en un debate televisivo el domingo. “A Revolución Ciudadana le bastará con tener acuerdos con los de izquierda para dar vuelta al resultado de ahora”.
Es decir, la fórmula para ganar la Presidencia de la República, tanto para Noboa como para González, será “capturar los votos de los otros” 14 candidatos que participaron en la esta elección presidencial.
Cómo se explica la votación de 2023 vs. la de 2025
En la primera vuelta de 2023, González y Noboa también protagonizaron la contienda electoral; la diferencia fue que en ese momento Noboa sorprendió al alcanzar el 23,47% de los votos frente al 33,61% de su contendora, y después, en segunda vuelta, se hizo con la Presidencia tras lograr 51,83% de los sufragios versus el 48,17% de la candidata opositora.
Los datos de 2025 son más parecidos a los de la segunda vuelta de 2023, y aquello tiene una lógica. Santiago Cahuasquí, miembro del Observatorio de Reformas Políticas, explica Bloomberg Línea que el elevado porcentaje de los dos candidatos en esta elección tiene que ver más con el hartazgo y el hastío de la ciudadanía que con el respaldo a las candidaturas.
“La ciudadanía quería una sola vuelta porque está cansada de procesos electorales” y por eso optó por uno de los más opcionados, dijo Cahusaquí.
En los últimos cuatro años, los ecuatorianos han asistido tres veces a las urnas para escoger presidente: en 2021, 2023 y 2025. La de 2023 fue una elección adelantada después de que el expresidente Guillermo Lasso decretara la muerte cruzada ante el bloqueo para gobernar y convocara a elecciones anticipadas.
Soluciones a las preocupaciones ciudadanas
Por ello, Cahusaquí también cree que el reto del balotaje será precisamente que Noboa y González encuentren formas de superar ese ánimo de hastío del electorado y canalicen esa frustración en forma de propuestas para resolver los principales problemas de la gente, que no son menores.
La inseguridad, los apagones eléctricos y la falta de empleo están entre las mayores preocupaciones de los ecuatorianos, que aparte se desencantan cada vez más de la democracia. Según el Latinobarómetro de 2024, apenas 42% de ciudadanos creen que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, ubicándose en el antepenúltimo lugar en torno a este tema y superando únicamente a Honduras y Guatemala.
Además, Ecuador es el segundo país de América Latina donde la gente cree que da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático y el tercero donde las personas sienten que un gobierno autoritario puede ser preferible. El apoyo a la democracia en Ecuador ha caído de su punto más alto en 2015 (71) a uno de sus puntos más bajos en 2024 y es algo que los analistas consideran que los candidatos deben tomar en cuenta.
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La medición de fuerzas en el Legislativo
La otra tarea pendiente es medir cómo quedan las fuerzas en el Legislativo, que es el primer poder del Estado y el espacio que viabiliza o no la gobernabilidad. Aunque los datos de cómo quedará conformada la Asamblea Nacional tardarán un poco más en conocerse, se puede anticipar que ADN y la Revolución Ciudadana serán las dos principales fuerzas parlamentarias.
Allí, la capacidad de negociación también será clave, pues ambos partidos tendrán que negociar con las minorías para canalizar sus proyectos o planes.
Desde estas elecciones, el total de congresistas pasará de 137 a 151.