Bloomberg Línea — La posibilidad de un cambio de curso en la política exterior de Ecuador con Venezuela, México y Estados Unidos, dependiendo del ganador de las elecciones que se celebran el domingo entre Daniel Noboa y Luisa González, concentra la atención de la región envuelta en medio de una inusitada guerra comercial y un tenso clima migratorio.
“El tema álgido sigue siendo Venezuela”, dijo Santiago Carranco, coordinador del laboratorio de relaciones internacionales de la UIDE y miembro del Foro Permanente de Política Exterior de Ecuador. “Un reconocimiento de Nicolás Maduro podría llamar la atención para mal de Estados Unidos y Ecuador podría enfrentar sanciones”.
Pero una victoria de la opositora González sería el primer paso para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países, que permanecen rotas desde abril de 2024, como incluso vaticinó la presidenta Claudia Sheinbaum.
Maduro, la piedra de la discordia
Uno de los principales cambios en la política exterior de Ecuador, si González vence en la segunda vuelta de las elecciones, será la relación con Venezuela. Mientras Daniel Noboa reconoce como presidente electo de ese país a Edmundo González, a quien recibió en el Palacio de Carondelet el pasado 28 de enero, la candidata de la oposición haría lo propio con Nicolás Maduro.
“Necesito reconocer al Gobierno de Maduro para devolver a los venezolanos que tú dejaste ingresar irregularmente”, dijo González a Noboa en el debate presidencial del pasado 23 de marzo, comentario que además de generarle críticas por su posición frente al líder del chavismo, lo hizo con la idea de deportar migrantes venezolanos al estilo de Donald Trump en Estados Unidos.
El analista Carranco dijo que la respuesta de González podría impactarla negativa y positivamente en los comicios.
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De un lado, quizá pierda cierto respaldo del “brazo fuerte” de sus votantes, es decir, de quienes mantienen el voto ideológico por el Movimiento Revolución Ciudadana. Del otro, le ayudaría a ganar simpatizantes entre quienes apoyan “políticas restrictivas contra los migrantes”.
“Creo que sí va a tener un efecto negativo esta declaración específica en la votación, pero igual habrá que ver cómo se maneja el discurso en estos días”, agregó Carranco.
En caso de que gane Noboa, seguramente estará bajo la lupa la posición que asuma frente Maduro y sus misiones diplomáticas en los encuentros multilaterales, pero, sobre todo, si dista de lo discursivo.
Para el abogado internacionalista y analista político Pablo Játiva, lo intrigante no sólo fue la respuesta de González durante el debate, sino la posibilidad de que, en efecto, reconozca a Maduro como presidente de Venezuela.
“Hacer una crítica medianamente tibia a Maduro le podría ayudar a González a conseguir votos en medio de este empate técnico con Noboa. Pero, no la hace, entonces, ¿qué nos hace pensar?”, dijo Játiva a Bloomberg Línea. “Que más allá de la influencia de Rafael Correa, está convencida de ciertos temas que ideológicamente el correísmo ha defendido, como que la crisis venezolana no es causada por el chavismo, sino por los gringos”.

El politólogo e internacionalista colombiano Manuel Camilo González cree que el apoyo a Maduro y la “suerte de medida migratoria” que ha expresado la candidata de la oposición elevaría “el clima tenso de la región frente al tema migratorio”.
A las medidas migratorias de Donald Trump, que están llevando a los venezolanos a regresar hacia el sur del continente, y a las restricciones que están implementando gobiernos como el de Colombia —exigiendo un tiquete de regreso a su lugar de origen, si quieren ingresar al país—, se sumarían las políticas de Ecuador, que dejarían sin mayores opciones a la población desplazada.
Sin importar quién gane las elecciones, lo más seguro es que las políticas migratorias sean reformadas y padecerían cortes presupuestarios, según los analistas consultados.
“El 80% del financiamiento para el tema de movilidad humana venía de Estados Unidos, pero con el cierre de USAID y la paralización de los fondos, nosotros dejamos de percibirlo”, explicó Carranco.
México, ¿punto a favor si gana González?
La llegada de Luisa González a la presidencia conduciría al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con México, rotas desde que le Policía ecuatoriana irrumpió en la embajada del país norteamericano en Quito para capturar al exvicepresidente Jorge Glas, sin importar su condición de asilado político, en abril del año pasado.

“Sería cuestión de horas después del triunfo de Luisa González para que se normalicen las relaciones con México”, sostuvo Játiva.
Carranco planteó un escenario similar, solo que en dos vías: “la primera, que tanto Claudia Sheinbaum como Luisa González han hablado del restablecimiento de las relaciones y, a su vez, Luisa González fue firme al decir que ella no tendrá ninguna interferencia en el tema de Jorge Glas, lo que, de una u otra manera, es prudente para el Gobierno”.
El pasado 10 de marzo, en su conferencia de prensa matutina, la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, hizo un guiño a González, con quien se reunió en Ciudad de México en 2023, diciendo: “Ojalá en Ecuador pronto griten presidenta con ‘a’ y se puedan restablecer pronto las relaciones de México y Ecuador”.
La situación sería distinta si el actual mandatario ecuatoriano es reelegido.
Sheinbaum ha asegurado que sólo se sentaría a dialogar si Ecuador pide una disculpa pública a México por lo sucedido, mientras que Noboa habría quedado dolido por la manera en que su homóloga restó importancia a las relaciones comerciales entre ambos países, explicó Carranco.
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Noboa anunció un arancel del 27% a México si no negociaba un TLC con Ecuador, mientras que Sheinbaum respondió que sus exportaciones al país solo representaban el 0,4%.
Con lo que tendrá que lidiar Ecuador, más allá de quién gane en las urnas, a lo mejor no en el siguiente mandato sino más adelante, será con eventuales sanciones de la comunidad internacional en el contexto de una demanda interpuesta por México ante la Corte Internacional de Justicia, agregaron los expertos.
Relación con EE.UU., la más importante
Játiva expuso que el reconocimiento que González le brinde a Maduro, de triunfar en las elecciones del 13 de abril, podría generar impasses con Estados Unidos, que desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha buscado mermar el poder del chavismo en Venezuela, incluso cerrando la puerta a un tratado de libre comercio.
“Marco Rubio ya anunció que va a empezar a radicalizar un bloqueo contra el chavismo, contra el madurismo, y que los países que reconozcan esta dictadura van a ser van a sufrir daños colaterales”, dijo Játiva.
Carranco analizó que si bien en la agenda pública nacional se habla de una gran relación con el Gobierno de Trump con Estados Unidos, “eso está bastante alejado de la realidad”.
De hecho, el Gobierno de Noboa contrató a Mercury Public Affairs LLN, una firma de cabildeo para acercarse y concretar una cita con Donald Trump, que tuvo como escenario Mar-a-Lago, la mansión en Palm Beach donde vive el mandatario estadounidense.
Pese a que Ecuador no estaría en el radar de Estados Unidos al mismo nivel que otros países, un eventual reconocimiento de Maduro sí podría afectar las relaciones, agregó Carranco.
“Ambos gobiernos, el de Noboa o González, tienen que ser los suficientemente pragmáticos para cuidar la relación con Estados Unidos, por lo menos a corto plazo, porque es innegable la dependencia que nosotros tenemos con ellos; pero también, a largo plazo, diversificar estas relaciones, una política exterior que están tomando varios Estados en este momento”.

Por otra parte, el analista González cree que la lucha contra el narcotráfico seguramente será un eje, en términos de seguridad, para la relación entre Ecuador y Estados Unidos, si bien podría desatar fricciones.
“Habrá tensiones particularmente pensando en cómo Estados Unidos puede tratar de presionar a Ecuador y al manejo de su conflicto interno debido a la violencia narcotraficante”, concluyó.