Bloomberg Línea — Un nuevo mecanismo de financiamiento para la conservación de ecosistemas en Ecuador fue presentado este miércoles por la organización Fundación Futuro en el encuentro Bridging Regions for Nature Innovation que convoca a expertos, formuladores de políticas y líderes sociales para impulsar soluciones a desafíos ambientales y sociales compartidos entre Europa, América Latina y el Caribe.
La herramienta desarrollada en Ecuador se denomina NFTree y utiliza blockchain para tokenizar activos naturales y canalizar recursos hacia la protección ambiental. Desde su lanzamiento, el proyecto ya ha movilizado US$4,5 millones en inversión privada.
“La plataforma conecta a empresas e individuos que buscan reducir su impacto ambiental, incluida su huella de carbono, con ecosistemas que capturan cantidades equivalentes de CO₂”, explica Carolina Proaño, directora ejecutiva de Fundación Futuro, a Bloomberg Línea desde Estocolmo, Suecia, en donde se realiza el evento.
Proaño agrega que NFTree se basa en ocho tecnologías clave (blockchain, inteligencia artificial, machine learning, imagen satelital, entre otras) para garantizar un sistema robusto de trazabilidad y transparencia en el uso de los recursos destinados a la conservación ambiental. Hasta el 80% de cada aporte se canaliza directamente a las familias locales a través de fideicomisos auditados.
Esta propuesta desarrollada en Ecuador tiene el respaldo del laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab) y esta semana se publicó una guía de réplica para que NFTree sea adoptado por más proyectos de conservación en América Latina y el mundo.
¿Quién puede invertir y cómo hacerlo?
En NFTree pueden invertir tanto empresas como personas individuales que deseen mitigar su impacto ambiental a través de la plataforma nftree.com.ec.
“La inversión mínima parte desde los US$8, que corresponden a media tonelada de carbono capturado (0,5 tCO₂), el equivalente a 700 m² de bosque conservado”, indica Proaño.
Cada NFTree es un Token No Fungible (NFT) que representa una unidad verificable de conservación y captura de carbono. La tecnología permite a los usuarios verificar en tiempo real la ubicación, el impacto y la autenticidad de su contribución.
Ya en la plataforma, las personas encontrarán una calculadora de huella de carbono para medir su impacto ambiental. Con este dato, accederán a recomendaciones para reducir su huella de carbono y seleccionar la cantidad de CO₂ que desean mitigar mediante la adquisición de tokens digitales.
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Para las empresas, Fundación Futuro ha desarrollado una calculadora bajo los estándares de la norma ISO 14064 y el acuerdo internacional GHG Protocol. “Esto les permite medir su huella institucional, definir estrategias de reducción y mitigar el remanente a través de contribuciones climáticas voluntarias”, agrega Proaño.
Además de la reducción de riesgos ambientales y de un mejor posicionamiento corporativo en temas de responsabilidad social, las empresas también pueden acceder a beneficios fiscales gracias a esta iniciativa.
La directora ejecutiva de la fundación indica que “toda contribución climática realizada a través de NFTree será elegible para una retribución del 100% en el impuesto a la renta, generando así un retorno financiero directo sobre la inversión climática”.
Proaño aclara que el uso de blockchain y la tokenización de activos ambientales en Ecuador se amparan en la Ley Orgánica para el Desarrollo, Regulación y Control de los Servicios Financieros Tecnológicos o “Ley Fintech”, aprobada en 2022.
¿A dónde van los recursos?
Los fondos generados con este mecanismo se destinan directamente a proyectos de conservación y restauración en la reserva Mashpi-Tayra, un área protegida dentro del Chocó Andino, en la Sierra ecuatoriana.
Estos proyectos incluyen la construcción de corredores biológicos para conectar reservas nacionales, generar medios de vida sostenible para las familias de las comunidades aledañas y para la conservación y ampliación del ecosistema.
La iniciativa NFTree funciona desde 2019 y desde entonces Fundación Futuro ha recaudado aproximadamente US$4,5 millones en fondos privados, gracias a la política de las empresas que conforman Grupo Futuro de destinar el 3% de las utilidades netas a los proyectos de conservación. Además, la fundación cuenta con otras fuentes de financiamiento complementario como el BID.
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Los aportes de personas individuales aún han sido marginales en comparación con los fondos empresariales, comenta la directora ejecutiva de la fundación.
Desde su lanzamiento, el programa ha financiado más de 11.000 hectáreas de conservación forestal y ha capturado más de 109.400 toneladas de CO2e.
Entre los proyectos financiados, Proaño destaca “la consolidación de un paisaje sostenible en el Chocó Andino, que incluye una zona núcleo de 5.000 hectáreas protegidas y la creación de corredores biológicos dentro de un área de 22.600 hectáreas adicionales”.
Hasta 2030, Fundación Futuro tiene la meta de recaudar al menos US$45 millones para financiar la conservación de 500.000 hectáreas de ecosistemas estratégicos en Ecuador. Proaño dice que gracias a NFTree y a otras alianzas multisectoriales ya se han movilizado US$20 millones, “lo que significa que aún es necesario recaudar US$25 millones adicionales en los próximos años para cumplir con la meta planteada”.
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A más largo plazo, la organización trabaja en la creación de fondos patrimoniales (endowments) que aseguren aportes sistemáticos del sector privado, donde solo se use el interés generado para así garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo. Asimismo, estudian otros mecanismos de finanzas verdes que generen valor compartido para los aportantes y que sus recursos no sean percibidos únicamente como donaciones.
Casos de éxito
Un ejemplo de desarrollo comunitario que Fundación Futuro ha impulsado gracias al modelo NFTree es la creación de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Guayabillas (Asomeg). Las siete mujeres que son parte de esta agrupación viven dentro de la reserva del Chocó Andino y se dedican a la elaboración artesanal de mermeladas, granolas, frutas deshidratadas, salsas con frutas propias de la zona.
Venden sus productos al Mashpi Lodge, un hotel de lujo que es parte de Grupo Futuro que también se encuentra en la reserva. Además, tienen un punto de venta al público en el poblado Guayabillas, cuenta Lilia Lema, presidenta de Asomeg.
Este emprendimiento les ha permitido tener “un ingreso extra”, cuenta Lilia, pero también “ha ayudado a las mujeres a empoderarse y a formalizar el trabajo”. Adicionalmente, aprendieron prácticas responsables con el ambiente para implementarlas en sus procesos de producción como el uso de envases reutilizables y el compostaje de desechos orgánicos para devolverlos a sus fincas.
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En el ámbito empresarial, Saludsa Vitality, una compañía de medicina prepagada del Grupo Futuro, también ha implementado un mecanismo para que sus clientes puedan invertir en NFTree.
La aseguradora mantiene un programa de recompensas llamado Vitality que utiliza una plataforma digital que otorga puntos canjeables a sus clientes a cambio de adoptar hábitos saludables. A partir de septiembre de 2024, la aplicación permite los usuarios canjear sus puntos por tokens digitales de conservación en áreas específicas de bosque protegido en el Chocó Andino. Cada token individual protege 700 m² de bosque, equivalentes a 0,5 toneladas de CO2 mitigadas.
Hasta finales de mayo de 2025, se proyectan alrededor de 350 canjes, lo que representa cerca de 175 toneladas de CO2 mitigadas gracias a esta iniciativa.
