Bloomberg Línea — La Fiscalía General de la República de El Salvador logró condenas para los responsables del asesinato de cuatro periodistas holandeses, ocurrido el 17 de marzo de 1982.
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El martes, el Juzgado de Sentencia de Chalatenango impuso penas de 15 años de prisión al exministro de Defensa, el general José Guillermo García (91); el exdirector de un servicio especial de policía, coronel Francisco Antonio Morán (93); y el excoronel Mario Adalberto Reyes Mena (85), luego de que el jurado los declarara culpables por el delito de asesinato.
Los hombres, cuyas condenas son definitivas e inapelables, no estuvieron presentes en la lectura de la sentencia.
Las víctimas, el periodista Koos Koster, junto con su equipo de filmación, el productor Jan Kuiper, el camarógrafo Joop Willemsen y el sonidista Hans ter Laag, informaban para la estación pública neerlandesa IKON sobre la guerra civil en El Salvador.
De camino a una entrevista en un campamento guerrillero, fueron emboscados por una unidad militar especial cerca de la ciudad de Chalatenango, a 83 kilómetros de San Salvador, y fusilados.
La investigación confirmó que se trató de una acción deliberada y premeditada por altos mandos militares, ejecutada por el Batallón Atonal de la Fuerza Armada para acallar a la prensa libre.
Además, el Estado salvadoreño, a través del comandante general de la Fuerza Armada, en este caso, el presidente de la República, Nayib Bukele, debe hacer un pronunciamiento público pidiendo perdón a las víctimas por el retardo de la justicia.
Un precedente histórico para El Salvador
Una ley de amnistía impidió durante años enjuiciar a los autores de los asesinatos, que habían sido identificados por la Comisión de la Verdad de la ONU en la década de 1990. Cuando esta ley fue derogada por la Corte Suprema en 2016, los familiares presentaron la denuncia.
Debido a su edad y estado de salud, los condenados no recibieron la pena máxima de 30 años, conforme al Código Penal de 1973-1974 que fue utilizado en este proceso.
García y Morán, detenidos en octubre de 2022, están siendo atendidos en un hospital privado, mientras que Reyes Mena reside en Estados Unidos, país al que El Salvador ha solicitado su extradición.
Para la Mesa Contra la Impunidad en El Salvador (Mecie), la sentencia marca un precedente histórico e inédito en la historia del país, al ser el primer crimen de lesa humanidad consignado en el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas que alcanza una condena judicial y es la primera condena penal a Altos Mandos militares por sus crímenes cometidos durante el conflicto armado.
En X, el ministro de Asuntos Exteriores de Países Bajos, Caspar Veldkamp, calificó la condena de los exsoldados salvadoreños como “un momento importante en la lucha por la justicia”.
Sonja ter Laag, hermana del ingeniero de sonido Hans ter Laag, dijo al diario neerlandés NRC, que los años de prisión de los condenados es lo menos relevante. “El reconocimiento de que son culpables, de que no mueren como veteranos de guerra con todas sus hermosas condecoraciones en el pecho, sino que van a la tumba como criminales de guerra, eso es lo más importante para mí”.
De 1979 a 1992, la guerra civil de El Salvador cobró más de 75.000 vidas y miles de desaparecidos.
