Buenos Aires — En un contexto de transformación constante, las empresas enfrentan el desafío de adaptarse a las expectativas de una nueva camada de profesionales. Según un informe de Adecco, la Generación Z —jóvenes nacidos entre fines de los 90 y principios de los 2000— está reconfigurando las reglas del mercado laboral: priorizan el aprendizaje continuo, el propósito social y el equilibrio entre la vida personal y profesional.
El estudio destaca que el 73% de los jóvenes prefiere trabajar en empresas con un fuerte compromiso social, mientras que el 65% rechaza los empleos con presencialidad obligatoria o que limitan su tiempo libre. “No buscan únicamente escalar posiciones. Valoran las experiencias que les permitan desarrollarse sin sacrificar su bienestar”, señala Julián Blausztein, HRBP Manager de Cultura y Desarrollo de Adecco Argentina.
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Una generación digital que impulsa el cambio
Formada en un entorno digital e hiperconectado, esta generación llega al mundo del trabajo con nuevas herramientas —como el dominio de la inteligencia artificial— y nuevas exigencias. Esto obliga a las organizaciones a revisar su propuesta de valor si quieren atraer y retener estos perfiles.
Uno de los principales puntos de tensión intergeneracional gira en torno a la flexibilidad. Mientras que los modelos de liderazgo tradicionales aún asocian la oficina con el control y la productividad, los más jóvenes priorizan la autonomía y el uso eficiente del tiempo.
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¿Qué están haciendo las empresas para adaptarse?
En este nuevo escenario, varias compañías comenzaron a rediseñar sus políticas laborales, aunque con estrategias diversas.
Spotify, por ejemplo, mantiene su política “Work from Anywhere”, que permite a cada equipo decidir desde dónde y cómo trabajar. Solo se exige una semana de presencialidad al año, con foco en fomentar vínculos y creatividad.
Del otro lado, Big Box optó por el regreso completo a la oficina. Desde febrero, la empresa fomentó aún más la presencialidad, ajustando la cantidad de días home office. “Las experiencias que ofrecemos no son virtuales, son presenciales”, argumentó su CEO.
En una estrategia intermedia, Globant y Mercado Libre decidieron cerrar algunas oficinas físicas como forma de reducir costos operativos sin recurrir a despidos masivos. Esta reconfiguración permitió relocalizar personal y reforzar el trabajo remoto.
Así, mientras no hay un modelo único, el futuro del empleo parece estar en la capacidad de las organizaciones para adaptarse a una fuerza laboral que ya no responde a los viejos moldes.