Bloomberg Línea — Un grupo de jóvenes emprendedores en Honduras ha lanzado una plataforma que integra inteligencia artificial con datos oficiales para simplificar procesos aduaneros, financieros y económicos en la región centroamericana.
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La iniciativa DataFluid surge en un país donde emprender enfrenta desafíos estructurales y tecnológicos, desde el acceso a información oficial hasta la incipiente y a veces limitada infraestructura de pagos digitales.
El acceso a internet y a información confiable añade otra capa de dificultad para los emprendedores. Según el Banco Mundial, solo el 58% de la población hondureña tiene cobertura de internet, muy por debajo de Costa Rica (85%) o Chile (95%).
Esta brecha tecnológica se traduce en mayores costos y tiempos para recopilar datos, acceder a regulaciones o implementar pagos digitales. Además, la disponibilidad de información oficial es a menudo fragmentaria o poco sistematizada, lo que obliga a los empresarios a invertir recursos adicionales en validación y procesamiento.
Carlos Amaya, un economista de 30 años, que junto con su primo José Luis Flores, de 19 años y estudiante de programación, cofundó la herramienta para unificar información crítica, motivado de una idea que nació por afición personal. “Me gustan mucho los libros en latín y antiguos, pero no hay suficientes traducciones. Entonces empezamos a hacerlas con inteligencia artificial”, dijo a Bloomberg Línea.
Este enfoque en la automatización y la tecnología los llevó luego a desarrollar un servicio para el análisis de datos y la interpretación de regulaciones municipales, antes de consolidar DataFluid, que actualmente está centrada en el comercio internacional y la gestión aduanera de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
Según Amaya, su objetivo no es competir con gigantes tecnológicos como ChatGPT, de OpenAI, sino producir recopilar, procesar y analizar información de comercio y negocios para Centroamérica. “Queremos enfocarnos en un mercado considerado pequeño para las empresas globales. La idea es facilitar el análisis de datos en una región donde los recursos especializados son escasos”.
La herramienta permite, por ejemplo, que los usuarios consulten en lenguaje natural grandes bases de datos oficiales de los bancos centrales de cada país, sin necesidad de saber lenguaje de consulta estructurada (SQL, por sus siglas en inglés).
¿Cómo funciona?
Para echarla a andar, el usuario pregunta en el módulo y la inteligencia artificial traduce esa consulta a un lenguaje más especializado para buscar en la base de datos, que contiene más de 15 millones de registros enriquecidos con información sobre códigos arancelarios, categorías de productos y regulaciones específicas de cada país.
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La plataforma ofrece además módulos especializados para clasificación arancelaria, regulaciones sanitarias y tributarias e indicadores macroeconómicos, con lo que busca facilitar el análisis para empresas, investigadores y entidades gubernamentales.
En criterio de Amaya, la IA no busca reemplazar a las personas. “El trabajo humano es irremplazable y nuestro objetivo es más bien potenciarlo”.
Aún con los desafíos típicos del ecosistema emprendedor hondureño, los fundadores mantienen su ambición de expandir la plataforma al resto de la región y de integrar más módulos que permitan a los usuarios y empresas acceder de manera más eficiente a la información oficial, contribuyendo así a la transparencia y al desarrollo económico regional.
“Estamos emprendiendo desde cero con nuestros fondos, buscando ser rentables, pero estamos optimistas en el hecho de que podemos contribuir a facilitar el comercio, el análisis y la investigación”, dijo Amaya.









