Pixel a pixel, cómo Honduras digitaliza sus suelos para transformar la agricultura

El proyecto Suelos de Honduras lidera la creación del primer sistema digital de información que permitirá optimizar el uso de fertilizantes y tomar mejores decisiones en el campo.

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La primera fase del proyecto consiste en la realización del primer muestreo nacional de suelos en la historia del país, con el fin de conocer las propiedades fisicoquímicas de los suelos de Honduras.
22 de noviembre, 2025 | 10:49 AM

Bloomberg Línea — Honduras avanza en la creación de su primer sistema digital de información de suelos, una herramienta que promete transformar la gestión agrícola, la fertilización y la seguridad alimentaria en el país centroamericano.

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El sistema nacional de suelos permitiría pasar de un modelo en el que todo un territorio se consideraba un solo tipo de suelo, a un mapa digital que, “pixel a pixel nos va a mostrar cómo cambian las diferentes propiedades del suelo”, explicó Jefferson Valencia, líder del proyecto desde el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT)–Bioversity International a Bloomberg Línea.

El proyecto, denominado Suelos de Honduras, es liderado por el CIAT junto con la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA), el programa Bono Tecnológico Productivo (BTP) y otras organizaciones aliadas que integran la Asociación Hondureña por los Suelos (AHS).

El último mapa nacional de suelos data de 1998, año del devastador huracán Mitch, que modificó de manera drástica la composición del terreno.

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Desde entonces, los eventos climáticos extremos y acciones antrópicas han dejado obsoleta la información disponible, mientras que la reciente crisis de fertilizantes provocada por la guerra en Ucrania volvió a poner el tema sobre la mesa.

“Ese conflicto armado espabiló a muchos países y demostró la dependencia que Latinoamérica tenía de los fertilizantes minerales o fertilizantes químicos. Empezamos a sentir el desabastecimiento y el incremento de precios y entonces nuestras agriculturas empezaron a flaquear un poquito”, dijo Valencia.

Hasta ahora, los programas agrícolas nacionales aplicaban fórmulas de fertilizantes uniformes a todos los cultivos, sin considerar las condiciones específicas de cada terreno. El nuevo sistema permitirá formular mezclas adaptadas a cada región y tipo de cultivo, gracias a un modelo que integre inteligencia artificial y a una base de datos que combina más de 4.700 muestras históricas con 600 nuevos puntos de muestreo distribuidos en todo el país.

Digitalizar la información

Actualmente, la plataforma se encuentra en fase beta, con planes que para finales de 2026 esté plenamente operativa y comience a registrar resultados.

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La herramienta estará basada en la web de acceso público de manera gratuita y permitirá formular recomendaciones técnicas de fertilización adaptadas al tipo de suelo y cultivo.

Además, proporcionará información sobre parámetros del suelo como pH, materia orgánica, fósforo e identificar los tipos de suelo predominantes en las diferentes regiones del país.

Recolección de muestras.

El programa sigue los pasos de Agua de Honduras, una iniciativa previa de la Alianza de Bioversity International y el CIAT que digitalizó la información hídrica nacional y ya es observado como modelo regional por países vecinos como Guatemala.

“Creo que a través de este proyecto Honduras otra vez volverá a ser un referente de la región y esperamos que al finalizar podamos cuantificar un poco ese impacto que estamos teniendo”, dijo Valencia.

El proyecto también ha dado origen a la Alianza Hondureña por los Suelos, una red que agrupa a instituciones públicas, privadas y académicas bajo el marco de la Alianza Mundial por el Suelo.

En criterio de Juan Pablo Sequeira, coordinador del proyecto en Honduras, estos esfuerzos están haciendo “una ruta para que los productores y todas las instituciones podamos hacer un manejo y uso del suelo sostenible, teniendo en cuenta que es un recurso no renovable”.

Según el experto, al acerca la ciencia y la tecnología al productor, “brindando información que contribuya a mejorar la fertilidad de los suelos y a tomar decisiones más sostenibles, en beneficio directo de las comunidades”.

Para abril y julio de 2025, alrededor del 17% de los hondureños (1,7 millones de personas) se encontraba en situación de inseguridad alimentaria, según al iniciativa de Acción Contra el Hambre, que recomienda por promover prácticas resilientes como, precisamente, la conservación de suelos en territorios con alta vulnerabilidad climática, para así anticipar respuestas más eficaces frente a futuras crisis.

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