Bloomberg — MercadoLibre (MELI) se ha convertido en la plataforma de comercio electrónico líder en Latinoamérica, con presencia en casi 20 países. La empresa, fundada en Buenos Aires, Argentina, y que ofrece también servicios bancarios y financieros, planea aumentar su fuerza laboral en un tercio este año a 112.000 colaboradores e invertir US$3.400 millones en México para ampliar su distribución y logística. Martín de los Santos lleva más de una década en MercadoLibre, incluidos casi ocho años como vicepresidente sénior de su división de crédito antes de asumir como director financiero en 2023. En esta entrevista, De los Santos habla sobre su estrategia de inversión, el equilibrio entre crecimiento y rentabilidad, y su perspectiva sobre Argentina. Sus respuestas han sido editadas por razones de brevedad y claridad.
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¿Cuál es el panorama del comercio electrónico en Latinoamérica y dónde están las oportunidades de MercadoLibre?
La penetración del comercio electrónico en Latinoamérica sigue siendo muy baja en comparación con otras regiones del mundo. Nuestra principal misión es ayudar a que las personas se digitalicen. ¿Cómo lo logramos? Desarrollando nuestra infraestructura logística y mejorando la experiencia del usuario.
Contamos con 18.000 desarrolladores enfocados en facilitar las compras en línea. Creo que, en gran medida, depende de nosotros mantener el crecimiento. En los últimos 25 años de operar en Latinoamérica, hemos experimentado todo tipo de altibajos. Una buena situación macroeconómica nos beneficia, pero el principal motor es la tendencia secular de las personas a integrarse a la web. En el sector fintech, la situación es similar. Si observamos América Latina, la mayoría de las personas de la región están desatendidas por el sector bancario.
¿Cuál es su estrategia de inversión? ¿Dónde están priorizando inversiones?
Si nos fijamos en nuestro comercio electrónico, hace 10 o 15 años ningún paquete vendido a través de nuestra plataforma pasaba por nosotros. Hoy, el 95% de los productos pasan por nuestra infraestructura logística. Tuvimos que construirla desde cero, porque en Latinoamérica la infraestructura era muy deficiente. Necesitábamos construir la logística de última milla y también la de larga distancia. Para la entrega tenemos aviones, bicicletas y, en algunos casos, repartidores a pie. La principal área de inversión en comercio es seguir construyendo infraestructura logística que nos permita realizar envíos a un menor costo y recibir todo el inventario de nuestros vendedores en nuestros propios almacenes. También estamos invirtiendo en el desarrollo de nuestra cartera de crédito. Incluso después de invertir en logística, crédito y desarrolladores, seguimos generando un flujo de caja muy sólido.
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Trabajó en Mercado Crédito antes de asumir su cargo actual. ¿Cómo encaja esta parte del negocio en la estrategia de MercadoLibre?
Sí, dirigí esa división por siete años. Tomemos como ejemplo México, donde menos del 15% de la población tiene una tarjeta de crédito. El 85% restante que intenta comprar en línea tiene una experiencia negativa. Hay que conseguir efectivo, ingresarlo en el sistema bancario y luego regresar a la plataforma para completar la compra. Por eso desarrollamos un producto que permite comprar hoy y pagar después, es decir, ofrecemos una línea de crédito y cobramos intereses. Luego lanzamos una tarjeta de crédito en México y Brasil. Mucha gente también mueve su dinero a Mercado Pago, que es nuestra plataforma de banca digital.
Esa es la ventaja de tener un ecosistema bidireccional, la plataforma de comercio electrónico se beneficia de las soluciones de pago y el sector de pagos se beneficia de formar parte de una plataforma de comercio electrónico. Nosotros disponemos de datos muy granulares sobre nuestros usuarios.
La empresa cotiza en la bolsa de Estados Unidos, ¿prevén impactos por los aranceles de Trump?
Operamos plataformas locales de e-commerce y cada país tiene sus propios vendedores y compradores. En general, ese negocio no se ve afectado. También tenemos un negocio transfronterizo, pero se trata principalmente de exportadores que envían desde China y EE.UU. a México. No exportamos nada a EE.UU.
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¿Cómo equilibran el crecimiento y la rentabilidad?
Sostenemos muchas deliberaciones internas. En 2024 nuestro valor total de bienes vendidos registró un crecimiento anual de 15%; incluso después de 25 años seguimos creciendo a tasas iniciales.
Al mismo tiempo, mejoramos la rentabilidad en los últimos cinco años y ahora intentamos encontrar el equilibrio adecuado entre beneficios y crecimiento. A veces creemos que hay ciertas inversiones estratégicas que debemos hacer a pesar de ejercer cierta presión sobre los márgenes a corto plazo. De hecho, tenemos un nombre para eso, internamente lo llamamos “grofit”, que combina el crecimiento y los beneficios. No deberíamos abstenernos de invertir en esas oportunidades, incluso si con ello generamos cierta presión sobre los márgenes a corto plazo.
¿Cuál es su opinión sobre hacer negocios en Argentina? El presidente Javier Milei está intentando atraer más inversión extranjera.
Tenemos una inversión muy importante en Argentina. Si observamos la situación macroeconómica en ese país, somos muy optimistas. Todos los indicadores apuntan en la dirección correcta. La inflación ha bajado, las tasas de interés han bajado y eso es positivo para el consumo. Anunciamos la apertura de un nuevo centro de almacenamiento ubicado en Argentina, esto representa nuestra primera inversión después de siete u ocho años. Este gobierno es proempresarial, lo que beneficia no solo a las compañías que ya están allí, sino también a los inversores internacionales.
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