Ciudad de México — La financiera Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME) ha estado bajo en reflector en los últimos meses por los problemas de insolvencia que hoy generan incertidumbre a más de un millón de clientes.
CAME tiene sus orígenes en 1985 con una iniciativa de microcréditos para personas que habían perdido su empleo y vivienda con los terremotos que se registraron en México ese año y se transformó en una sociedad financiera popular (sofipo) en 2009.
Sin embargo, las alertas se encendieron este año, cuando dejó de reportar su información a las autoridades.
Para marzo, CAME comenzó a cerrar sucursales y los clientes empezaron a reportar problemas para acceder a sus cuentas y recursos. Techreo, la plataforma que desarrolló la aplicación móvil de la sofipo, informó en abril que la entidad finalizó el mantenimiento y desarrollo de la plataforma, con lo que la app dejó de ser accesible a sus 1,37 millones de clientes.
En mayo, la financiera publicó un aviso en su sitio web de que había estado cooperando con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para informar sobre la situación de la entidad y que, en su caso, se analizaría a través del Fondo de Protección de Sofipos (Prosofipo) para pagar a los ahorradores el seguro de depósito, que cubre hasta por 25.000 Unidades de Inversión (UDIS), equivalente a unos MXN$212.000 pesos.
También pidió que los acreditados siguieran realizando los pagos de sus financiamientos, aunque algunos clientes reportaron problemas para continuar pagando ante la suspensión de la app.
Ese mes la la Secretaría de Gobernación convocó a una mesa de diálogo con directivos y socios de CAME, a la cual no se presentaron; en su lugar, enviaron un documento para informar sobre la situación de la entidad. En ese escrito, argumentó que su deterioro se debió a diversas causas, como el impacto de la pandemia de COVID-19, el costo de contar con más de 500 sucursales, carga financiera corporativa y que no logró conseguir nuevas fuentes de fondeo.
Fue el pasado 13 de junio cuando la Junta de Gobierno del regulador Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) acordó intervenir a CAME para suspender sus operaciones y proteger los intereses de los ahorradores. La determinación se tomó tras detectar irregularidades contables en la sofipo y luego de realizar visitas de supervisión desde marzo, indicó CNBV en un comunicado.
Agregó que el 21 de mayo citó al procedimiento de revocación de CAME por incumplir con los requerimientos de capitalización por riesgos de crédito y mercado. El nivel de capitalización (NICAP) de la entidad se deterioró de 120,9% en enero de 2024 a -3.953% en diciembre; en comparación, el sector cerró el año con un NICAP de 188,5%.
Los clientes de CAME han realizando varias manifestaciones en los últimos meses para exigir una respuesta de la entidad financiera y las autoridades, así como para recuperar sus recursos.
CAME, como otras sofipos, ofrecía un rendimiento sobre los ahorros de sus clientes, incluso con incentivos adicionales como premios conforme a la cantidad depositada.
En enero, cuando ya había dejado de reportar información y su nivel de capitalización se había hundido, la empresa ofrecía premios como un Apple Watch y iPhones por depósitos mayores a MXN$500.000 o vehículos en cantidades superiores a MXN$10 millones.
Moody’s indicó en un análisis que los recursos del Fondo de Protección son insuficientes para cubrir a todos los clientes de la sofipo, considerando que la captación reportada por la entidad ascendía a MXN$1.600 millones diciembre de 2024.
“Al cierre de diciembre de 2024, Prosofipo reporto tener activos líquidos por poco más de MXN$594 millones, lo que no sería suficiente para poder cubrir a todos los acreditados, sin considerar que aquellos que mantienen más de 25.000 UDIS en inversión, no tendrían cubierta la parte excedente”, indicó la agencia calificadora en una nota el 19 de junio.
Agregó que el gobierno federal puede realizar aportaciones que fortalezcan la condición actual del Prosofipo.
Tras la intervención, deberá definir qué pasará con CAME en máximo 180 días. De revocarse, se sumaría a una lista de sofipos que han tenido el mismo destino en los últimos años, como Comercializadora Financiera de Automotores, Financiera Planfia, Caja de la Sierra Gorda, Popular Nacional, Auxi e Impulso.
