Bloomberg — Canadá está trabajando para restablecer sus relaciones con México, mientras Donald Trump amenaza a sus vecinos con imponer aranceles punitivos antes de la revisión prevista del tratado de libre comercio de América del Norte.
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El primer ministro Mark Carney envió esta semana a su máxima representante diplomática y a su ministro de Finanzas a la capital mexicana, donde se reunieron con la presidenta Claudia Sheinbaum y sus funcionarios, así como con ejecutivos de empresas.
La medida representa un intento de limar las diferencias que surgieron durante los últimos meses del anterior gobierno canadiense, cuando los líderes provinciales barajaron la posibilidad de dejar de lado a México en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, y el predecesor de Carney se negó a descartarlo.
Trump incrementó la semana pasada al 35% los aranceles sobre los productos canadienses que no cumplen con el acuerdo de libre comercio regional, en parte porque el país vecino tomó represalias contra sus impuestos. México, que no ha respondido, obtuvo un respiro de 90 días mientras continúan las negociaciones con Estados Unidos.
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“Este es un momento en el que todos debemos poner manos a la obra para reactivar la relación bilateral”, declaró la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Anita Anand, en una entrevista telefónica al término de su visita de dos días a Ciudad de México.
Además de una conversación de una hora con Sheinbaum, Anand y el ministro de Finanzas, François-Philippe Champagne, se reunieron con la máxima autoridad económica y la secretaria de Energía de México. En el ámbito empresarial, en las conversaciones participaron representantes de la empresa ferroviaria Canadian Pacific Kansas City, TC Energy y el gigante de las pensiones Caisse de Dépôt et Placement du Québec.
Durante las reuniones, ambas partes exploraron cómo las empresas y los inversores de capital canadienses pueden ayudar a construir en México infraestructuras que faciliten el comercio bilateral, incluidos puertos y ferrocarriles, según una persona con conocimiento directo de las conversaciones. También se debatió el refuerzo de la seguridad energética, incluida la energía convencional y renovable.
“Esta visita forma parte de la estrategia de diversificación de Canadá para aprovechar la conexión con México”, afirmó Diego Marroquín, investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, especializado en comercio norteamericano. Sin embargo, añadió que también se trataba de “controlar los daños”.
El año pasado, antes de que Trump regresara a la Casa Blanca para comenzar su segundo mandato, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y Danielle Smith, de Alberta, acusaron públicamente a México de no hacer lo suficiente para contrarrestar las amenazas comerciales de China y dijeron que Canadá estaría mejor tratando solo con Estados Unidos. El entonces primer ministro, Justin Trudeau, se hizo eco de esas preocupaciones, lo que México consideró una traición.
Ese episodio hizo “más difícil para ambos países coordinarse” en su respuesta a Trump, dijo Marroquín. Es también la razón por la que México está aplicando ahora una “estrategia de diplomacia silenciosa”, mientras que Canadá se centra “más en las represalias y la diversificación de los mercados”.
Trudeau, profundamente impopular tras casi una década en el cargo, anunció su dimisión a principios de año. Carney ganó las elecciones internas de su partido para sucederle y convocó elecciones anticipadas en abril, aprovechando la ola de sentimiento antitrumpista para superar una importante desventaja en las encuestas y asegurar un cuarto mandato consecutivo para los liberales.
Desde que asumió el cargo de primer ministro, Carney ha comenzado a reparar las relaciones con India y China tras amargas disputas diplomáticas. Y en junio, invitó a Sheinbaum a la cumbre de líderes del Grupo de los Siete que organizó en Kananaskis, Alberta. La mandataria mexicana asistió con la intención principal de reunirse con Trump, pero el presidente estadounidense se marchó antes de su llegada debido al conflicto entre Israel e Irán.
El siguiente paso para recalibrar la relación entre los dos socios menores del acuerdo comercial norteamericano será una visita de Carney a México. Aunque aún no se ha programado, Anand y Champagne sentaron las bases durante su viaje.
“Dado que México es el tercer socio comercial de Canadá, se trata de una relación extremadamente importante”, afirmó Anand.
La visita de Carney sería la primera reunión bilateral —sin la presencia del presidente estadounidense— desde que Trudeau se reunió con el expresidente Enrique Peña Nieto en 2017.
El líder canadiense regresó a México en 2023 para la cumbre de los “Tres Amigos” con Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador.
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