Bloomberg — Goldman Sachs Group Inc. está a punto de obtener ganancias casi cuatro años después de que una operación se volviera a su favor luego que una ola de frío en Texas trastornara los mercados.
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El gigante de Wall Street estaba inmerso en una polémica batalla con la principal compañía eléctrica de México por más de US$400 millones que, según afirmaba, se le adeudaban por una transacción rutinaria de gas natural que se salió de control cuando una fuerte nevada cayó sobre Texas en febrero de 2021.
Según personas con conocimiento del asunto, la estatal Comisión Federal de Electricidad había acordado pagar solo una parte reducida de esa cifra ―que asciende a alrededor de US$300 millones―, lo que significa una gran victoria para la mesa de operaciones de Goldman.
Este es el tipo de acuerdo rutinario a favor de Goldman que ha contribuido a cimentar la reputación de la empresa como operador experto. Pero, en este caso, el banco vio perjudicado después de que la compañía eléctrica culpara a operadores deshonestos, despidiera a su propio personal e incluso indicara que era Goldman la que carecía de sofisticación financiera por haber firmado el contrato con una filial con sede en Estados Unidos en lugar de hacerlo con la empresa matriz.
La disputa llevó a los principales ejecutivos de Goldman a intentar forzar una resolución y atrajo la atención del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que había defendido la empresa durante su mandato. Mientras otra ola de frío se abate esta semana sobre Texas y gran parte de EE.UU. lucha contra una tormenta invernal, la atención vuelve a centrarse en las mesas de materias primas de Wall Street, que a menudo se encuentran en el lado ganador de las apuestas afectadas por fenómenos meteorológicos que agitan los mercados.
Se llegó a un acuerdo que redujo significativamente el alcance económico y operativo de la disputa, lo que resultó en una solución satisfactoria y permitió a ambas partes cerrar el procedimiento ante la Corte de Arbitraje Internacional de Londres, según un comunicado de la CFE. Un representante de Goldman Sachs declinó hacer comentarios.
Al demandar a la CFE, Goldman se vio inmersa en una difícil batalla con una entidad soberana, persiguiendo una gran recompensa financiera después de que muchos hogares mexicanos sufrieran cortes de electricidad cuando Texas detuvo las exportaciones de combustible tras un fallo. La tormenta había provocado apagones generalizados en EE.UU. al formarse hielo en las turbinas eólicas y congelarse algunos oleoductos, lo que obligó a cerrar pozos de petróleo y gas. Y debido a que los proveedores de energía y los operadores luchaban por encontrar combustible para cumplir sus obligaciones, los precios se dispararon.
Eso tuvo un impacto directo en un contrato entre CFE y Goldman establecido por primera vez en agosto de 2017. Como parte del acuerdo con la unidad estadounidense de la compañía eléctrica, las obligaciones del banco de inversión con CFE estaban vinculadas a un índice mensual de precios del gas, mientras que CFE estaría expuesta a las tarifas diarias en ciertos centros, como el centro de Waha en el oeste de Texas.
El precio diario se multiplicó casi por 100, mientras que el precio mensual se mantuvo prácticamente invariable, dejando a la filial de CFE con la obligación de pagar una cantidad inusualmente elevada.
Como parte de sus argumentos, CFE había dicho que no debería tener que cumplir el contrato debido a la imprevisible y extrema acción de los precios, según informó anteriormente Bloomberg News. La empresa también dijo que Goldman no logró un contrato sólido porque no obtuvo una aprobación explícita de la empresa matriz como garante de la operación, lo que socavó la capacidad del banco para extraer el dinero.
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