Ciudad de México — Emilio Romano Mussali, presidente del Consejo de Administración y director general de Bank of America México, se perfila para presidir la Asociación de Bancos de México (ABM), dijo a Bloomberg Línea una persona con conocimiento del tema.
Los banqueros prevén que el viernes 21 de febrero quede definido el nombramiento del próximo presidente, quien tomará el timón de la asociación en un momento clave para el futuro de Norteamérica y la política comercial que guiará la diplomacia entre México, Estados Unidos y Canadá.
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Hasta el lunes 17 de febrero, Romano era el único candidato inscrito para dirigir la ABM durante el periodo 2025-2027, coincidente con el primer bienio de la administración de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y el primer bienio del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Los banqueros buscan que, quien se convertiría en el presidente número 91 de la ABM, llegue al cargo como una candidatura de unidad.
Julio Carranza, presidente del Consejo de Administración Bancoppel y presidente actual de la ABM para el periodo que va del 2023-2025, no buscó continuar en el cargo porque los estatutos de la asociación establecen que el presidente no podrá ser reelecto.
Los estatutos de la ABM señalan que podrá ser presidente de la Asociación un banquero de reconocido prestigio profesional que desempeñe el cargo de presidente del Consejo de Administración, director general de alguna de las instituciones asociadas o del grupo financiero al que esta pertenezca.
Bank of America (BofA) México es uno de los 51 bancos asociados a la ABM. Romano recibiría el mazo de mando en la Convención Bancaria 2025 que este año se realizará en la primera semana de mayo y tendrá como sede Puerto Vallarta.
Emilio Romano y su optimismo por el nearshoring
Romano, quien ha estado al frente de BofA desde 2014, tomará el liderazgo de la ABM en un momento de incertidumbre por el giro que pueda dar la política comercial entre México y EE.UU., en medio de órdenes ejecutivas de Trump que pueden implicar a los bancos.
Tras llegar a la Casa Blanca para un segundo mandato, Trump declaró a los carteles de narcotráfico como organizaciones terroristas, lo que abrió una ventana de incertidumbre para los bancos y otros actores del sistema financiero ante el riesgo de ser vistos como facilitadores de los delincuentes en el sistema financiero.
Las instituciones aún calibran el efecto de esta acción presidencial sobre los bancos en México, mientras que en el Gobierno han hecho un mantra la frase “cabeza fría” para actuar ante los anuncios de Trump.
Romano tomaría las riendas de la ABM en la antesala de una desaceleración económica que se espera en 2025 y de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El banquero es un convencido de que los tres socios comerciales de Norteamérica deben actuar en bloque porque la fuerza de su integración hará que el nearshoring sea una realidad en la región.
Bajo esta creencia, BofA prevé duplicar el tamaño de su franquicia en México en los próximos cinco años, en medio del fenómeno de relocalización de empresas conocido como nearshoring.
“México es una de las tres prioridades a nivel global de crecimiento y de integración económica (para BofA)”, dijo el directivo en noviembre pasado.