Blomberg — La promesa de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, de que podría haber 100 parques industriales más en México durante su mandato es una meta “razonable”, pero “agresiva”, que requerirá la asociación entre el Gobierno y las entidades privadas, según uno de los mayores operadores de parques en México.
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Junto con el tamaño de las inversiones y los tipos de productos que se fabrican en las instalaciones, el ritmo de desarrollo de los parques dependerá de la predisposición del Gobierno entrante para apoyarlos, indicaron ejecutivos de Finsa.
“Con un avance muy sustancial en la predisposición de ellos de ayudar en eso, entonces no me parece totalmente descabellado, pero hay que ver los detalles”, sostuvo Héctor Salas, director de desarrollo de nuevos negocios en la región del Bajío, en una entrevista en un evento de prensa realizado este mes.
El nearshoring, el proceso por el cual las empresas se trasladan más cerca de los consumidores estadounidenses, se ha promocionado como una fuente de inversión potencial y ha impulsado un auge en la demanda de parques industriales en México. Pero para que el nearshoring alcance su máximo potencial, el gobierno de Sheinbaum también debe abordar obstáculos en materia de infraestructura y políticas, como garantizar que las empresas tengan acceso al agua o a la energía.
También está la incertidumbre que plantean las próximas elecciones estadounidenses, que se vieron trastornadas por el retiro de Joe Biden y su posterior apoyo a Kamala Harris.
Elon Musk anunció también esta semana que Tesla Inc. suspenderá las inversiones en la planta que planea construir en México hasta después de las elecciones de EE.UU., debido al riesgo político que plantea el plan del candidato republicano Donald Trump de imponer más aranceles a los productos fabricados en el país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, señaló que la amenaza de Trump de prohibir los automóviles mexicanos es un engaño y no es seria, mientras que Sheinbaum sostuvo el miércoles que esperaría a ver cuáles eran las razones del aplazamiento de Tesla.
Finsa encuestó a 79 clientes inmediatamente después de las elecciones de junio en México, en las que el partido gobernante se mantuvo en el poder, pero que también causó el desplome del peso por la preocupación de que las posibles reformas constitucionales crearán vientos en contra para las empresas. En aquel momento, los clientes dijeron que no se veían afectados por las elecciones mexicanas, las estadounidenses de noviembre o la próxima revisión del tratado comercial entre EE.UU., México y Canadá en 2026.
Todos los encuestados de 16 sectores dijeron sentirse estables en sus operaciones, según Finsa, que tiene 24 parques industriales en todo el país y cuenta entre sus clientes con empresas que van desde el fabricante de surcoreano de placas de acero Dongkuk Steel hasta la empresa estadounidense de dispositivos médicos Abbott Laboratories.
La empresa, que en abril informó que había recaudado US$605 millones para su Fondo V, tiene hasta enero para aumentar el fondo hasta US$800 millones, señaló Albertina Leal, vicepresidenta de estrategia de marca y comunicaciones de la compañía, aunque la empresa estaba satisfecha con lo que había recaudado hasta ahora. Finsa aceleró la captación de fondos para ampliar su cartera en medio del creciente interés por espacio industrial.
Entre la infraestructura que Finsa ofrece a las empresas en sus parques industriales se encuentra la seguridad. La compañía destina entre el 6% y el 7% de su inversión en un parque a medidas de seguridad como cámaras de circuito cerrado, según Leal.
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