Bloomberg — Una unidad de la fintech mexicana Klar ha llegado a un acuerdo para comprar el banco digital Bineo del Grupo Financiero Banorte, un movimiento que lo acerca a operar con licencia bancaria.
Clearscope Holdings, filial de Klar, comprará todas las acciones del banco, según un comunicado de Banorte. La compañía no reveló el tamaño del acuerdo, que aún está sujeto a la aprobación regulatoria, ni el calendario para el cierre de la transacción.
Ver más: Grupo Financiero Banorte vende la totalidad del banco digital Bineo a subsidiaria de Klar
Klar, fundada en 2019 y respaldada por fondos que incluyen a la firma de capital privado General Atlantic, ofrece productos financieros de bajo costo basados en aplicaciones a una amplia franja de consumidores y pequeñas empresas mexicanas. La empresa había dicho a principios de este año que había iniciado el proceso para solicitar una licencia bancaria en México.
El acuerdo ofrece a Klar un atajo para operar eventualmente como banco. Actualmente, la fintech cuenta con una licencia de préstamo no bancario que le permite ofrecer tarjetas de crédito y captar depósitos en México. Tener una licencia bancaria permite a las empresas ampliar su cartera con permisos para productos, incluido el acceso a nóminas, y aumentar su credibilidad en el mercado.

“Recibir la nómina es, en última instancia, el santo grial de cualquier banco”, dijo el fundador y CEO Stefan Moller en una entrevista con Bloomberg News. “Creo que los bancos, y ahora las fintechs con escala, deben ser capaces de servir con soluciones multiproducto, multirelación y multisegmento, que en gran medida implican la nómina”.
La licencia bancaria permitirá a Klar impulsar la oferta para su cliente objetivo de clase media, añadió Moller. El enfoque de la empresa en los clientes que ya están en la economía formal de alguna manera, pero que no son atendidos por los bancos heredados, la diferencia de otras fintechs en México que se han redoblado en dirigirse a los no bancarizados.
La venta también marca una salida para Banorte -el segundo banco más grande de México por cartera de préstamos- de su empresa de banca digital a menos de dos años de su lanzamiento. Bineo fue la única subsidiaria del banco que registró pérdidas negativas en el segundo trimestre de este año, al perder MXN$224 millones (US$12 millones). No ha registrado beneficios desde su puesta en marcha.
Pero Moller argumentó que la corta vida del banco digital lo convierte en una apuesta más limpia y segura de lo que puede parecer inicialmente a partir de sus datos financieros.
“Es un negocio que tiene una exposición crediticia mucho menor de lo que uno estaría acostumbrado a ver debido al tiempo que lleva en funcionamiento”, dijo Moller. “Es joven, está muy ligado a lo que intentamos hacer y lo vende una institución operada por personas con un nivel de sofisticación bastante alto”.
Moller añadió que la base de tres millones de clientes activos de Klar les permitiría compensar las pérdidas sufridas por Bineo. “Eso nos permitirá sanear un poco las cosas”, dijo.
Klar recaudó US$190 millones en junio y añadió entonces que se acerca a los US$300 millones de ingresos anuales.
Carrera por la licencia bancaria
El movimiento también se produce en medio de una creciente competencia en el sector, con más participantes compitiendo por la gran población subbancarizada de México que busca licencias bancarias para aumentar su oferta y captar un mercado más amplio.
Varias fintech han tomado la vía de la adquisición de bancos como camino más rápido para obtener una licencia. La argentina Ualá compró ABC Capital, con sede en Monterrey, en 2021, mientras que el mes pasado la fintech Kapital adquirió CI Banco.
Otras empresas han apostado en cambio por solicitar licencias bancarias directamente a los reguladores.
Entre ellas se encuentra Mercado Pago, de MercadoLibre, que solicitó una licencia en mayo de 2024. Plata, con sede en México, recibió la aprobación para una licencia en diciembre, mientras que Nubank, de Brasil, obtuvo la aprobación inicial en abril, el mismo mes que Revolut, con sede en el Reino Unido.
--Con la colaboración de Michael O’Boyle.
Lea más en Bloomberg.com