Ciudad de México — Durante las últimas dos décadas, la medición de la pobreza en México corrió a cargo de un organismo independiente que incomodó a gobiernos de todos los partidos políticos con una fórmula pública y transparente en el manejo de datos. Pero ahora esta medición enfrenta dudas y la credibilidad de cifras está a prueba.
Al expresidente Andrés Manuel López Obrador le incomodó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y propuso una reforma para su extinción y que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) absorbiera las funciones de política social.
Ver más: México enfrenta mal parado la evaluación de GAFI en combate de lavado de dinero
“Tengo otros datos”, dijo AMLO, como se conoce al exmandatario, en agosto de 2021 cuando Coneval publicó que la pobreza aumentó en la primera mitad de su sexenio, durante la pandemia de Covid-19. El 16 de julio de 2025 se materializó el deseo lopezobradorista y con un decreto firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum el Coneval quedó eliminado.
La desaparición del Coneval llega cuando Sheinbaum busca imponer un discurso optimista a pesar de que la economía mexicana muestra signos de estancamiento en medio de los aranceles de Donald Trump, del riesgo reputacional de la banca en México tras acusaciones de EE.UU. de presunto lavado de dinero y de un cuestionado relevo en el Poder Judicial ante perfiles afines a Morena que ponen en duda la independencia de los futuros juzgadores.
Cifras creíbles a prueba de tintes políticos
El Inegi tendrá a su cargo la Medición de Pobreza Multidimensional por primera vez en su historia, sin embargo, toma esta tarea en medio de dudas sobre si el informe de pobreza que presentará en agosto contendrá cifras creíbles y libres de la agenda política.
Gonzalo Hernández Licona, exsecretario ejecutivo de Coneval, dijo a Bloomberg Línea que debido a que el indicador de pobreza en México siempre es muy sensible a la política, es necesario que la institución que mida la pobreza cuente con mucha credibilidad y convenza de su trabajo técnico y transparente.
“El Inegi es creíble en general, pero ahora tiene que ganarse su credibilidad para esta medición de pobreza y la única forma de convencer es que lo que haga sea creíble y riguroso, que no tenga sesgo político de que se está trabajando para un gobierno, un presidente, un secretario o un partido político”
Gonzalo Hernández Licona, exsecretario ejecutivo de Coneval
Este 30 de julio el Inegi publicará la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2024 (ENIGH) y dos semanas después, el 13 de agosto, presentará la Medición de la Pobreza 2024, que abarcará los últimos años del sexenio de AMLO.
El Inegi es una de las instituciones que en México goza de reconocido prestigio por su enfoque técnico y generación de indicadores clave como PIB, inflación o empleo, pero la medición de la pobreza que tiene en puerta implica una prueba a la credibilidad que ha construido por años en la producción de estadísticas.
Ver más: Habrá drama y aranceles, pero continuará T-MEC, predice el economista jefe de Moody’s Analytics
Sofía Ramírez, directora de México, ¿Cómo Vamos?, dijo a Bloomberg Línea que no tiene duda de que el Inegi cumplirá con sus nuevas funciones en virtud que tiene capacidad y credibilidad técnica probada, sin embargo, se deberá seguir de cerca la comparabilidad de los resultados con las mediciones anteriores.
Anotó que la medición de la pobreza implica hacer una interpretación de datos que podría generar ataques al Inegi por agenda política o sesgo ideológico, si bien el instituto se ha comprometido a mantener la socialización de los resultados y la comparabilidad de las encuestas.
Graciela Márquez y su pasado con AMLO

Graciela Márquez, presidenta del Inegi, declaró este 24 de julio durante la presentación de los Censos Económicos que para la Medición de la Pobreza 2024 usarán la ENIGH 2024 y seguirán la misma metodología que Coneval.
Aseguró que no habrá cambios en la forma de calcular el número de pobres en el país y las carencias de los mexicanos, y agregó que Inegi creó una unidad especializada en la medición de la pobreza multidimensional y evaluación integral de la política social, que incorporó a personal de Coneval.
“La confianza no la vamos a construir para una medición de pobreza o de las líneas de pobreza o pobreza laboral, la confianza la construimos todos los días en los 198 programas de información estadística y geográfica con los que cuenta el instituto”, respondió ante cuestionamientos sobre si habrá confianza en la medición.
Ver más: Graciela Márquez: del Gobierno al INEGI y el potencial conflicto de interés
También fue cuestionada sobre si garantizaba que el resultado de la medición de la pobreza estará libre de sesgos políticos; la economista por la UNAM y doctora por Harvard respondió que el Inegi es un organismo con autonomía técnica y con gestión transparente que permite entregar información de calidad, veraz y oportuna.
Márquez es presidenta de la Junta de Gobierno del Inegi desde enero de 2022, previamente se desempeñó como vicepresidenta del instituto a cargo del Subsistema Nacional de Información Económica de enero a diciembre de 2021. A ambos puestos llegó tras ser nominada por AMLO.
En diciembre de 2017, el entonces precandidato López Obrador, presentó al gabinete que lo acompañaría a Palacio Nacional si ganaba la elección presidencial de 2018. Márquez apareció en la selecta lista y fue nombrada secretaria de Economía, cargo en el que permaneció de diciembre de 2018 a diciembre de 2020.
Ver más: México registra nulo crecimiento económico en mayo en medio de batería de aranceles de Trump
Organizaciones civiles buscan ser contrapeso
Ante la extinción de Coneval, seis organizaciones académicas y de la sociedad civil anunciaron el 10 de julio la creación del Consorcio por la Medición y la Evidencia, el cual busca dar seguimiento independiente a la medición de la pobreza y a la evaluación de la política social en México por parte del Inegi.
El Consorcio está integrado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana; México Evalúa; México, ¿Cómo vamos?; el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY); el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Las organizaciones reconocieron la experiencia y capacidad técnica del Inegi en la producción de estadísticas, pero lamentaron la desaparición de Coneval al considerar su extinción como una pérdida institucional significativa para el país.
Ver más: Pobreza en México baja a 46,8 millones de personas en 2022, pero suben carencias
El Consorcio se enfocará en analizar de manera independiente la ENIGH -que se publicará este 30 de julio- y generará un resultado que se contrastará con el del Inegi, a fin de fortalecer la confianza en los resultados oficiales que se presenten.
Graciela Teruel, investigadora del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana, advirtió durante la presentación del Consorcio que el Inegi ahora tendrá una doble responsabilidad: generar los datos y al mismo tiempo reflexionar sobre sus implicaciones.
Inegi hoy será el emisor de la encuesta y el receptor de la estadística para realizar la medición de la pobreza, por esa razón los expertos pondrán especial atención en cómo se hizo la ENIGH 2024 para asegurar la comparabilidad y evitar un escenario como el que ocurrió en 2015.
Hace 10 años, el Inegi hizo cambios operativos en la captación del ingreso de los mexicanos más pobres, lo que rompió la comparabilidad de la serie. “Si no es comparable, entonces los cambios en la pobreza ya no son creíbles. Eso pasó en 2015”, sostuvo Hernández Licona.
Entre 2012 y 2014, en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, el número de pobres aumentó en dos millones de mexicanos, al pasar de 53,3 a 55,3 millones de personas en pobreza, de acuerdo con el Coneval.
Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social con Peña Nieto, desacreditó los datos de Coneval y en 2016 elaboró su propia estadística que resultó en una disminución de las carencias sociales y menos mexicanos pobres.
El objetivo de Robles era sostener una narrativa de reducción de pobres con los programas sociales implementados por el Gobierno del otrora partido hegemónico del PRI, pero el intento no prosperó y prevaleció la metodología de Coneval.
Con AMLO ocurrió algo similar. Entre 2018 y 2020, el número de pobres subió en 3,8 millones, al pasar de 51,9 a 55,7 millones de personas en situación de pobreza, esto derivado de la pandemia. Para 2022, el número de pobres bajó a 46,8 millones.
La medición de la pobreza también arrojó que con AMLO la carencia social por acceso a los servicios de salud se disparó, mientras que en 2018 los mexicanos con esta carencia fueron 20,1 millones, para 2022 las personas sin acceso a servicios de salud aumentó a 50,4 millones.
Ver más: Pobreza laboral disminuye y da un respiro a AMLO al cumplir 5 años de presidente
AMLO eliminó un programa social llamado Seguro Popular y lo sustituyó por el IMSS Bienestar, sin embargo, durante esa transición, millones de mexicanos resultaron afectados y fueron más pobres por carencias sociales.
La diputada Antarez Vázquez de Morena dijo el 23 de junio durante la aprobación en el Congreso de la extinción del Consejo que “el Coneval torció los datos a modo” sobre los millones de mexicanos que se quedaron sin acceso a servicios de salud.
“Eso ya no va a pasar con el Inegi”, sostuvo la legisladora del partido en el Gobierno.