Bloomberg — Los votantes mexicanos se dirigen a las urnas el domingo 1 de junio para comenzar a elegir a los jueces en una elección sin precedentes que podría dar a la presidenta Claudia Sheinbaum una amplia influencia sobre un poder judicial renovado, la única rama del gobierno que su partido no controla.
Las urnas abrieron a las 8:00 de la mañana en Ciudad de México para que los votantes elijan a un total de 881 jueces federales, incluidos todos los miembros de la Suprema Corte. Compiten más de 3.000 candidatos poco conocidos. Las urnas se cierran a las 18.00 horas.
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Los votantes también elegirán a cinco miembros de un nuevo tribunal de disciplina judicial que estará facultado para destituir a jueces, así como a dos magistrados del máximo tribunal electoral.
A nivel estatal, 19 estados mexicanos -más de la mitad- están celebrando elecciones paralelas para jueces locales, lo que supone para esos votantes papeletas adicionales que ordenar.
El gobierno afirma que la reforma judicial, impulsada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, purgará al poder judicial de jueces corruptos y de un nepotismo rampante.
Los críticos dicen que socavará el Estado de derecho al inyectar más política en los tribunales. La preocupación de que la elección pueda eliminar un control clave sobre el partido gobernante hizo que el peso se vendiera el año pasado.
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“Se acabó el equilibrio de poder en México”, dijo Ulises Beltrán, director de la empresa local de encuestas BGC.
Agregó que al menos tres aspirantes a la Suprema Corte que en el pasado han expresado cierto apoyo a las políticas de Morena “seguramente” ganarán lugares en el máximo tribunal.
Participación electoral
La jefa de la autoridad electoral que dirige la elección, Guadalupe Taddei, ha dicho que los resultados preliminares de las contiendas para la Suprema Corte no se publicarán el domingo por la noche debido a factores logísticos. Pero las cifras de participación electoral podrían estar disponibles entonces, dijo, añadiendo que los resultados específicos de cada carrera podrían anunciarse a partir del lunes.
“Estoy segura de que habrá una gran participación”, predijo Sheinbaum el viernes durante su habitual conferencia de prensa. “Será un gran día para México”.
Sin embargo, los expertos electorales son menos optimistas.
La analista política Gisela Rubach, directora de Consultores y Marketing Político, estimó una participación de entre el 8% y el 12%, uno de los niveles de participación electoral más bajos de la historia democrática del país.
Un referéndum de 2021 en el que se preguntaba a los votantes si los ex presidentes debían ser investigados o no por corrupción obtuvo una participación del 7%, el récord más bajo de la actualidad.
La publicidad televisiva tradicional, los grandes mítines o el apoyo a los partidos estuvieron prohibidos durante la campaña. Con medios limitados para darse a conocer, los candidatos han recurrido en gran medida a las redes sociales para llegar a los votantes.
Líderes del partido gobernante Morena de Sheinbaum y grupos aliados han repartido en los últimos días listas con los nombres de sus contendientes preferidos, según informan varios medios locales.
“Los grupos poderosos son los que están manipulando la elección, tanto eligiendo a los candidatos, como promoviéndolos ahora para que ganen las elecciones”, dijo María Emilia Molina, magistrada de circuito que también dirige la Asociación Mexicana de Mujeres Magistradas.
A Molina también le preocupa que los votantes abrumados sean susceptibles de respaldar a candidatos que no conocen.
“Muchos irán a votar sin tener idea de lo que están eligiendo y sólo escogerán los nombres por los que les digan que voten”, dijo.
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