Ciudad de México — El Gobierno de México eliminó el pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR) a Petróleos Mexicanos, la empresa estatal conocida como Pemex, como parte de las leyes secundarias de una profunda reforma energética, promulgadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, para volver preponderantes a las empresas estatales frente a compañías privadas.
La reforma a la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de marzo de 2025, elimina el concepto de “asignatarios” en el artículo referente al pago del ISR y lo mantiene para “contratistas” y “participantes” en asignaciones para desarrollo mixto. Pemex es la única empresa en poder de áreas conocidas como asignaciones, el resto de la industria posee contratos de exploración y producción derivados de la reforma energética de 2013 del expresidente Enrique Peña Nieto.
La eliminación del ISR tendría un impacto mínimo sobre el régimen fiscal de la compañía, comparado con los derechos que paga, explicó el director económico del IMCO, Jesús Carrillo a Bloomberg Línea.
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El monto que Pemex dejará de pagar de ISR según sus ingresos asciende aproximadamente a MXN$440 millones anuales (aproximadamente US$21 millones), de acuerdo con cálculos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), elaborados con información del Fondo Mexicano del Petróleo, un fideicomiso administrado por el Banco de México (Banxico).
En comparación, el monto por Derecho de Utilidad Compartida que paga Pemex está estimado en MXN$187.500 millones, equivalente al 74% del total de la carga fiscal de la petrolera mexicana, mientras que el ISR representa 0,02% aproximadamente.
La medida forma parte de un nuevo régimen fiscal para Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con problemas de producción, el cual incluye una simplificación de derechos para capitalizar a la empresa y que pueda usar sus ingresos en funciones propias, como parte de las nuevas leyes mexicanas en el sector energético para beneficiar a las empresas estatales.
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Bloomberg Línea consultó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Pemex sobre el tema, pero no obtuvo respuesta.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador, antecesor político de Sheinbaum, prorrogó y condonó impuestos a Pemex durante múltiples meses de 2023 y 2024 con el fin de ayudarla económicamente ante su abultada deuda financiera que actualmente asciende a MXN$1,97 billones, medidas acompañadas por inyecciones de capital, aumentos presupuestales y transferencias para el pago de deuda.
Mientras la ayuda a Pemex fue una constante, al mismo tiempo, el Gobierno mexicano emprendió múltiples negociaciones con gigantes corporativos por el pago de impuestos que derivaron en acuerdos con compañías como Walmart de México y FEMSA. Actualmente hay un caso en materia tributaria de alta tensión con Grupo Salinas, del magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego, por presuntos adeudos fiscales que llegaron al máximo tribunal del país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aún por resolverse en medio de otra profunda reforma al Poder Judicial.
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