Ciudad de México — La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el regulador del sistema financiero mexicano, intervino las operaciones de la sociedad financiera popular CAME tras identificar irregularidades que consideró ponen en peligro los intereses de los ahorradores.
La Junta de Gobierno de la CNBV acordó la intervención sobre CAME, cuyo nombre oficial es Consejo de Asistencia al Microemprendedor, tras presentar una “pérdida de capital importante” que la hacen insolvente, dijo el regulador en un comunicado.
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“Esta intervención tiene como objetivo proteger a los ahorradores de CAME“, señaló la CNBV.
En este caso, la CNBV dijo que valoró una serie de elementos que denotan irregularidades en CAME, mismas que no detalló.
Por su lado, CAME señala que ha cooperado con la CNBV para informar sobre la situación que guarda la Sociedad, de acuerdo con un aviso fijado en su portal.
“CAME y su personal operativo, estamos comprometidos con el pago de los ahorros e inversiones de nuestros clientes”, señaló CAME, que instó a los acreditados ha seguir realizando los pagos de sus créditos.
Los ahorradores de CAME tiene sus patrimonio cubierto hasta por a 25.000 UDIS, señaló la CNBV. Este monto representa aproximadamente MXN$212.122,37 al valor de la UDI al 13 de junio.
En un reporte de esta semana, Banco de México (Banxico) informó que la morosidad en el sector sofipo incrementó ligeramente debido a una mayor cartera vencida, a pesar del aumento en las quitas y castigos de cartera.
Las sociedades financieras populares (sofipos) surgieron con el objetivo de atender a la población tradicionalmente excluida de la banca tradicional por falta de requisitos o razones geográficas. Son entidades que pueden realizar algunas actividades similares a las de un banco, como ofrecer productos de ahorro, crédito o inversión.
CAME tiene sus antecedentes en un programa de empleo para afectados del terremoto fatal que se registró en la Ciudad de México en 1985.
La empresa se estableció como financiera popular en 2009, lo que le permitió captar ahorro para tener fuentes de financiamiento externas a iniciativas de microemprendedores.
La empresa incluso recurrió al mercado de deuda para obtener recursos.
La acción del regulador en CAME se da poco más de una década después de tomar una decisión similar con Ficrea, otra sociedad financiera popular, ante fraude genérico por parte de sus dueños.
En ese caso, alrededor de 6.000 ahorradores fueron defraudados, algunos de ellos incluso emprendieron acciones legales contra el propio regulador, sin éxito.
Con información de Italia López