Inversionistas ven menor probabilidad de que Slim entre al rescate de Braskem Idesa

Los bonos de la compañía se desplomaron después de que se diera a conocer que contrató a asesores financieros para revisar su estructura de capital y liquidez.

Carlos Slim
Por Maria Elena Vizcaino - Vinicius Andrade - Rachel Gamarski
17 de septiembre, 2025 | 08:37 AM

Bloomberg — Los bonos de Braskem-Idesa SAPI registran algunas de las mayores pérdidas en los mercados emergentes, ya que los inversionistas estiman una menor probabilidad de que el hombre más rico de Latinoamérica intervenga para rescatar a la atribulada petroquímica y evitar una reestructuración de deuda.

Los bonos con vencimiento en 2029 se desplomaron casi 6 centavos, cotizando a 70 centavos por dólar la semana pasada, después de que la compañía anunciara que contrató a Lazard Inc., Cleary Gottlieb Steen & Hamilton LLP y Sainz Abogados para revisar su estructura de capital y condiciones de liquidez. Tanto Fitch como S&P Global Ratings rebajaron su calificación crediticia a un nivel aún más bajo tras el anuncio.

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“Esta acción subraya la tensa situación financiera de la compañía y las posibilidades de impago o reestructuración de la deuda a corto y mediano plazo”, escribió la analista de Fitch Ratings, Adriana Eraso, en un comunicado.

Braskem Idesa Bonds Slump on Review of Capital Structure

Braskem Idesa, que produce polietileno en una sola planta en Veracruz, México, ha gastado cientos de millones en efectivo el último año, luchando por capear una combinación desfavorable de mayores precios de insumos y una caída en la demanda de su producto. Al final del segundo trimestre, solo contaba con US$100 millones en efectivo, aproximadamente un tercio de la cantidad que tenía un año antes, según sus informes de resultados.

La compañía es una empresa conjunta entre la petroquímica brasileña Braskem SA y el mexicano Grupo Idesa SA. Grupo Financiero Inbursa SAB, de Slim, se convirtió en el accionista mayoritario de Idesa en 2023, según muestran los informes trimestrales de resultados.

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Los traders apostaban a que el multimillonario mexicano Carlos Slim, quien posee una participación minoritaria, participaría. Se especuló en el mercado que Inbursa estaba comprando bonos en circulación para eventualmente canjearlos por una mayor participación en el negocio. El Grupo Carso de Slim ha estado invirtiendo en el sector energético en México y ya prestó US$408 millones a Braskem Idesa para su terminal de etano.

El accionista mayoritario de la compañía, Braskem, estaba trabajando en un memorando de entendimiento con Slim sobre un posible acuerdo con Idesa a principios de este año, según una persona familiarizada con el asunto, sin aclarar si las conversaciones siguen en curso.

“Sin detalles aún, los inversionistas se preguntan si se trata simplemente de una conversión a capital de los bonos supuestamente adquiridos por Inbursa y una inyección de capital, o si se trata de una medida posterior más drástica”, declaró Roger Horn, estratega senior de crédito de mercados emergentes de Mariva Capital Markets.

Los bonos de Braskem Idesa cayeron un 5,9% la semana pasada, el tercer peor desempeño entre sus pares, según datos recopilados por Bloomberg.

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Portavoces de Inbursa, Braskem y Braskem Idesa declinaron hacer comentarios.

Quema de efectivo

Es probable que la compañía gaste al menos US$40 millones al año en el futuro, suponiendo que las ganancias sean iguales a los costos de la deuda, de alrededor de US$165 millones, y otros US$40 millones de gastos de capital, escribió el analista de Barclays Ansel Tessitore en un informe este mes.

“La estructura de capital es insostenible incluso con la conversión de deuda a capital”, afirmó Omotunde Lawal, director de deuda corporativa de mercados emergentes de Barrings Investment Services.

Los bonos de la compañía también se vieron lastrados por los propios problemas de Braskem, entre ellos el aumento vertiginoso de los niveles de deuda y el riesgo de adquisición por parte del magnate brasileño Nelson Tanure, lo que generó temores de una reestructuración. Desde finales de mayo, los bonos se han desplomado un 10%, por debajo del rendimiento promedio del 5,4% de los bonos latinoamericanos, según datos recopilados por Bloomberg.

“Es más inquietante que nunca ver a asesores financieros siendo llamados a las empresas”, declaró Ian McCall, socio director de First Geneva Capital Partners. “Pero eso también podría ser una señal de que Braskem busca una solución más ortodoxa —con una negociación más amplia con los tenedores de bonos— en lugar de un acuerdo de club con Slim”.

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Esta historia fue actualizada a las 8:56 con un ajuste en el título

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