Bloomberg — Paraguay está presionando a Argentina y Brasil para que firmen acuerdos que señalen su apoyo político a un proyecto de gasoducto de gas natural que una a los tres países, según un alto funcionario de la nación sudamericana sin litoral.
Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía, es optimista en cuanto a que este año se puedan firmar memorandos de entendimiento y crear un grupo de trabajo para estudiar formalmente el plan de Paraguay para un conducto de 1.050 kilómetros (652 millas).
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“Creemos que este es un año crucial para sacar adelante esta propuesta”, dijo Bejarano en una entrevista desde Asunción. La disminución de las exportaciones bolivianas de gas de producción local a Brasil ha creado un sentido de urgencia para el proyecto, añadió.
Argentina está deseando vender más gas de sus yacimientos de esquisto de Vaca Muerta a Brasil mejorando los gasoductos que pasan por Bolivia o construyendo una nueva línea directamente a Brasil, o a través de Paraguay. Bolivia podría no tener excedentes de gas para vender antes del final de la década debido a la caída de la producción de sus yacimientos agotados, y Brasil empezó a importar gas argentino a través de Bolivia por primera vez en abril.
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El presidente Santiago Peña está intentando convencer a sus vecinos para que respalden un gasoducto que utilizaría el derecho de paso de la autopista Ruta Bioceánica actualmente en construcción en la región paraguaya del Chaco, escasamente poblada. Casi la mitad del proyecto de US$1.900 millones se construiría en Argentina y Brasil, donde conectaría con los gasoductos existentes, según un estudio encargado por Paraguay.
Paraguay podría llegar a utilizar parte del gas para generar electricidad, ya que la creciente demanda interna de energía amenaza con agotar su excedente de energía hidroeléctrica en la década de 2030, dijo Bejarano. “Necesitamos introducir en nuestra matriz energética una nueva fuente de energía que hoy no está presente”, dijo.
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