Bloomberg Línea — Antonio y Maribel Espaillat, los hermanos propietarios de la discoteca Jet Set en República Dominicana, afrontarán su juicio por homicidio involuntario en libertad, siempre que paguen una fianza de 50 millones de pesos (US$844.000), de acuerdo con la decisión tomada por un tribunal en la madrugada de este jueves.
El Ministerio Público los sindicó como responsables del colapso del techo de la discoteca Jet Set en la madrugada del 8 de abril, tragedia en la que murieron 235 personas, entre ellas, el cantante de merengue Rubby Pérez, recordado por éxitos como Volveré.
Ver más: ¿Qué hacer con el sargazo? República Dominicana busca convertir la invasión de algas en oportunidad
Aunque el Ministerio Público pidió prisión preventiva para Antonio Espaillat y domiciliaria para Maribell Espaillat el 14 de junio, lo cierto es que la justicia decidió que afronten el proceso en su contra en libertad.

Además de pagar la fianza, los hermanos no podrán abandonar el país mientras no exista un fallo y deberán presentarse con regularidad ante un tribunal. En caso de ser hallados culpables, podrían ser condenados hasta dos años de cárcel.
“No se valoró la vida por encima del dinero”
En la madrugada del 8 de abril, mientras Rubby Pérez brindaba un concierto a los asistentes de la discoteca Jet Set, el techo del establecimiento se vino abajo y, pese a las labores de rescate adelantadas por los organismos de emergencia, 235 personas fallecieron.
Tras lo sucedido, Antonio Espaillat publicó un video en las redes sociales de la discoteca solidarizándose con las víctimas y comprometiéndose a colaborar con “transparencia” con las autoridades en la investigación de lo sucedido.
Pues bien, el Ministerio Público estableció menos de una semana atrás que los hechos “eran totalmente evitables si los imputados hubiesen actuado conforme a derecho y si hubiesen valorado la vida por encima del dinero”.
Según el Ministerio Público, los imputados presuntamente alteraron de manera significativa la estructura de la discoteca sin supervisión técnica.
“Posteriormente, se eliminó una columna clave en la estructura, afectando significativamente la estabilidad del techo, sin ninguna evaluación profesional o permiso que respaldara dicha modificación, evidenciando una conducta de alto riesgo”, señalaron los fiscales en un comunicado publicado por el ministerio.

Sumado a ello, los propietarios de la discoteca al parecer cargaron el techo de la discoteca de manera excesiva y progresiva con elementos pesados, como casetas técnicas, ductos, unidades de climatización de gran volumen y tinacos de agua, de acuerdo con el peritaje tras la emergencia.
Los fiscales imputaron que durante años el Jet Set Club “operó con una sistemática y grave negligencia en el mantenimiento y adecuación estructural de sus instalaciones, poniendo en riesgo la vida de sus clientes y empleados”.
Ver más: PNUD revela las tres nuevas amenazas que impedirían el desarrollo de América Latina y el Caribe
También señalaron que Maribel Espaillat fue informada de una caída de escombros en la discoteca horas previas a la tragedia y, ante la petición de suspender la actividad, “se negó a hacerlo, alegando la ausencia del imputado Antonio Espaillat y la imposibilidad de detener la fiesta, priorizando el beneficio económico sobre la seguridad y la vida de las personas”.