Uruguay ha logrado una mejora sostenida en su competitividad cambiaria en los últimos meses, impulsado, principalmente, por la apreciación real del peso argentino, que se da por la decisión del presidente argentino, Javier Milei, de aminorar el ritmo de devaluación administrada.
Según datos del Banco Central del Uruguay (BCU), la competitividad de los productos uruguayos frente a sus principales socios comerciales creció un 13,59% interanual en enero, acumulando once meses consecutivos de avance.
Asimismo, esta competitividad de los productos uruguayos frente a los argentinos tuvo una mejora 80,66% interanual, aunque retrocedió un 1,67% general en relación con diciembre. Este impacto fue decisivo en el dato agregado, por la alta ponderación que tiene Argentina como socio comercial de Uruguay.
VER MÁS: Furor de argentinos por Uruguay: son el 50% de los turistas y aprovechan el “super peso”
Por citar un ejemplo más práctico de la relación entre los productos de Argentina y Uruguay, se puede observar el Indicador de Precios de Frontera elaborado por la Universidad Católica del Uruguay (UCU), mediante el cual se compara el costo de comprar una determinada canasta en la ciudad argentina de Concordia y su par uruguaya de Salto. Los precios en Salto son 22,7% más caros, cuando en septiembre de 2023 llegaron a estar 181% por encima de lo que se veía del lado argentino.
Si bien Argentina devalúa diariamente su moneda (actualmente el dólar oficial sube 1% mensual en el país gobernado por Milei, mientras que enero 2024 y enero 2025 el ritmo era de 2% mensual), el recorrido alcista del billete verde en Argentina cerró 2024 muy por debajo de la inflación del país: el índice de precios al consumidor subió 118% en el año y el dólar avanzó, apenas, 28%.
Precisamente, el ancla cambiaria se ha vuelto, junto al superávit fiscal, en una herramienta antiinflacionaria clave para Milei, algo que ha beneficiado a los productos uruguayos y también al turismo.
Al mismo tiempo que el peso argentino se vino apreciando, ocurrió lo contrario con Brasil, país en el cual el dólar subió un 27% en 2024, minando en el margen esa competitividad que Uruguay ha recuperado gracias a su otro vecino.
VER MÁS: Turistas de Uruguay y Chile reducen sus visitas a la Argentina por la fortaleza del peso
Caminos opuestos
“En términos generales, no nos preocupa la apreciación de Uruguay frente a Brasil, ya que, desde nuestra perspectiva, esto responde a factores fundamentales”, dijo Patrizio Drago, de la firma financiera Adcap Uruguay.
Drago vinculó la situación con el deterioro en las perspectivas económicas de Brasil, en el marco de una situación fiscal delicada, con tensiones políticas y sociales, y “un expresidente acusado de intentar dar un golpe de Estado”, esto último, en relación a las acusaciones que pesan sobre Jair Bolsonaro.
El experto consignó hay que empezar a pensar que “no es una catástrofe” que el peso uruguayo se aprecie frente a las monedas de socios comerciales.
Al mismo tiempo Drago se refirió a la relación cambiaria con Argentina: “Ocurrió lo opuesto. Tras varios años de pérdida constante de competitividad, que afectaron severamente a sectores como el turismo, parte de la industria y el comercio en frontera, la situación se revirtió con el triunfo de Javier Milei”, explicó Patrizio Drago, de la firma financiera Adcap Uruguay.
Drago puntualizó que el tipo de cambio real bilateral entre Uruguay y Argentina aumentó más de un 77% desde la asunción del mandatario argentino. Esta variación ha reducido el denominado “atraso cambiario” que el Banco Central del Uruguay venía señalando en sus informes de política monetaria. En los últimos meses, este indicador cayó considerablemente y alcanzó su punto más bajo en diciembre de 2024, según los datos disponibles.
El fortalecimiento de la competitividad uruguaya se ha traducido en un respiro para sectores clave de la economía, como el turismo y el comercio, que habían sido perjudicados por la diferencia de precios con Argentina en los últimos años. Con el cambio de escenario, la presión sobre estos sectores ha disminuido, permitiendo un mejor equilibrio en la relación económica entre ambos países.
Diferencias entre comercio y turismo
Según explicó a Bloomberg Línea Marcelo Sibille, gerente senior de asesoramiento económico y financiero en KPMG Uruguay, en el intercambio de bienes, Brasil es mucho más importante que Argentina, al representar 20% y 5% de las exportaciones uruguayas respectivamente. En cuanto a las importaciones según país de origen, Brasil representa el 22% frente a 12% de Argentina. ”En este contexto, un encarecimiento relativo frente a Brasil y un abaratamiento frente a Argentina en forma simultánea, tiene un efecto neto negativo en la balanza comercial global”, dijo el analista.
No obstante, el ejecutivo de KPMG aclaró que distinto es lo que sucede con el turismo, ya que cerca del 70% del turismo receptivo proviene de Argentina, frente a 15% que proviene de Brasil. En cuanto al turismo emisivo, el 72% de los uruguayos que viajan tienen como destino Argentina y 20% Brasil.
Dado esto último, Sibile indicó que “un encarecimiento relativo de Argentina es muy benéfico para la balanza comercial turística por el doble impacto de mayor turismo receptivo y menor turismo emisivo, y más que compensa el abaratamiento relativo de Brasil, donde el mayor impacto podría venir por el aumento en el turismo emisivo, en la medida que el turismo receptivo está conformado mayormente por brasileños de alto poder adquisitivo que prestan menos atención a los precios”.
La prueba de esto último está en durante enero hubo un incremento del 32% de visitantes en todo el país frente al mismo mes del año anterior, según datos del Ministerio de Turismo.