Caracas – En el escenario más optimista, la economía venezolana podría crecer hasta 1,4% este año, según expertos consultados para un estudio independiente de la UCAB. Desde firmas como Ecoanalítica se estima que la cifra podría estar más bien en 0%. Sin embargo, su director Asdrúbal Oliveros plantea que el Producto Interno Bruto (PIB) de un pequeño pero productor estado hacia el centro-occidente venezolano causará impacto.
De acuerdo a Oliveros, el comportamiento de la economía en el estado Portuguesa, que cuenta con unos 15.200 km², reflejaría un notorio crecimiento alrededor del 10%, evidenciando una nueva realidad socioeconómica en Venezuela, en la que se muestra una triple desigualdad con economía concentrada en pocos sectores y pocas ciudades.
El economista director de la consultora privada explicó que en la entidad que hace parte de los llanos venezolanos, además de presentarse una sinergia entre pequeños agricultores y grandes empresas agroindustriales, también se genera un mercado de deuda privada con préstamos de empresarios locales a los productores de la zona, basado en el alto rendimiento que luego obtendrá hasta un 30% al año.
En medio de la hiperinflación en el país, que cuenta con una tasa anualizada de 362% según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) hasta el mes de octubre, el consumo de la población se concentró en alimentos, impulsando el sector de supermercados y la red de proveedores.
“Aunque el crédito bancario de Venezuela es pequeño, es un estímulo importante para Portuguesa. El sistema bancario tiene una ‘cartera productiva’ enfocada en prestamos a la producción, por lo que se otorgan créditos a los sectores alimentario y agrícola. Puede ser controversial, pero una comunicación más fluida entre las autoridades estatales y el sector privado ha beneficiado a la economía local. Aunque no son políticas públicas formales, la interlocución con funcionarios estatales facilita las exportaciones y distribución”, compartió Oliveros en su cuenta oficial de X, antes Twitter.
El estado Portuguesa ha sido conocido siempre como el granero de Venezuela. Desde hace más de 50 años su agroindustria ha destacado por grandes cosechas de cereales, maíz, arroz, oleaginosas, y también hortalizas de verano. Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), atribuye a esas tierras fértiles así como al esfuerzo de impulsar una nueva dinámica, el crecimiento lineal y la recuperación de su economía en los últimos tres años.
“Se han sembrado más hectáreas de maíz, más de arroz, y con mejor rendimiento en campo de las hectáreas de caña de azúcar, esto no es nuevo. Portuguesa era mucho más siembra de lo que somos ahora (...) Se está recibiendo materia prima desde otros países, lamentablemente, pero que genera otros empleos, si vienen bolsas a granel, la empaqueta, eso ha creado una economía diferente”, dijo Fantinel en contacto con Bloomberg Línea.
Tras años de contracción, en 2021, los productores de la entidad comenzaron a dar señales de estabilidad, precisamente luego de meses críticos por la escasez de combustible. En 2020 solo se había podido cubrir el 13% de la demanda del mercado, una cifra lejana a lo que lograba abastecer el estado en décadas pasadas. Ya este año, agregó Fantinel, casi va a poder llegarse al 50% de las necesidades del venezolano.
Entre los rubros que se han recuperado, acorde a los datos de Fedeagro, se destaca la producción de maíz con 30%, el arroz en 30%, y la caña de azúcar en 25%. Se han dado muestras de otras nuevas siembras como el café, aunque en el caso de las hortalizas se refleja una disminución, con menos superficies de siembra, precios a la baja y productores ineficientes con menores ingresos. Esto, a juicio de Fantinel, obedece en parte a los cambios en el consumo del venezolano.
Algunos consideran también que para el crecimiento del estado Portuguesa, que concentra una población cercana a un millón de habitantes de acuerdo al último sondeo en 2015, no solo se debe evaluar el comportamiento de algunos empresas agroindustriales. María Oropeza, abogada y coordinadora estadal de la organización Vente Venezuela, explicó que la realidad en las principales ciudades resulta completamente desigual con el resto, así como la actividad entre agroindustriales y el sector primario.
“Desde la zona alta, con los municipios Sucre y Unda, esta semana han estado en constante protesta todos los caficultores porque no se les han respetado los precios, y que son solo dos empresas las que compran al precio que quieren. También hay otras zonas como Las Majaguas donde les ha tocado alquilar sus parcelas y fincas a otros productores y viven de la mensualidad”, comentó Oropeza a BBL.
Una señal de mejoría, apuntó, beneficiaría solo al gobierno venezolano y no a los pequeños productores, que están sujetos a los mecanismos que se les planteen desde el Ejecutivo. “Muchas veces no les cuadran los precios porque les toca vender por debajo de los costos de producción. Debemos tener unas políticas agrícolas reales”.
Si bien esas condiciones negativas aplican para la mayoría de los estados sin industrias en el país, y que solo se dedican al sector agrícola, desde Fedeagro, aunque se reconocen estas fallas, también se insiste en que Portuguesa logró levantar la superficie de siembras en sus dos ciclos.
“Es cierto que con todo el esfuerzo que se hace, el sector primario no está lo bien que debería estar. Siempre se prioriza el sector transformador, el comercio siempre tiene más financiamiento y crédito. También es una radiografía que se debe hacer. Estamos trabajando para un mejor rendimiento, necesitamos bajar los costos de producción y aún necesitamos mayor financiamiento”, añadió.