Bloomberg Línea — Guyana solicitó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenar a Venezuela no adelantar elecciones en la región del Esequibo, un territorio disputado por ambos países, hasta que el tribunal no profiera una decisión final respecto a este caso.
Venezuela plantea convocar a comicios regionales el 25 de mayo con una novedad, que los ciudadanos voten por un gobernador para el Esequibo, al que Nicolás Maduro declaró como un estado el 3 de abril de 2024. De ahí la preocupación que Guyana manifestó a la CIJ mediante un comunicado enviado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
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“Las elecciones inevitablemente estarán precedidas por actos preparatorios, incluidos actos dentro de la región del Esequibo de Guyana, que afecten a la población guyanesa y la soberanía de Guyana sobre su territorio. Por lo tanto, a fin de preservar sus derechos, Guyana solicita que la Corte ordene a Venezuela abstenerse de cualquier acto dentro o que afecte su territorio soberano”, dice el documento.
Esta es la segunda vez que Guyana solicita medidas provisionales a la corte. Ya en una ocasión, la CIJ ordenó a Venezuela abstenerse de “tomar cualquier acción que modifique la situación que prevalece actualmente en el territorio en disputa”, en virtud de la cual Guyana administra y ejerce control sobre esa área.
Los desafíos de Maduro a la CIJ
Aunque la CIJ ya ha ordenado Venezuela no tomar medidas respecto al Esequibo mientras se resuelve la disputa con Guyana, que tiene antecedentes en 1899, si bien el proceso formal ante este tribunal comenzó en 2018, Nicolás Maduro insiste en que este territorio le pertenece a su país.
“Venezuela no acepta ni aceptará colonialismo judicial. Como nación, jamás hemos reconocido que la Corte Internacional de Justicia dirima la controversia limítrofe sobre el Esequibo. Es una posición histórica que mantendremos siempre”, sostuvo Maduro en 2024.
Pero Maduro había desafiado a la CIJ mucho antes: el 3 de diciembre de 2023, por ejemplo, convocó a los ciudadanos a votar por un referendo sobre el futuro del Esequibo, aun cuando dos días atrás la corte ordenó no hacerlo.
El interés de Venezuela en el Esequibo que hoy está en manos de Guyana es su riqueza petrolera, en minerales y gas en su extensión marítima. No en vano, una de las cinco preguntas del referendo fue: “¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?”.

De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), un total de 10′431.907 venezolanos votaron en el referendo no vinculante. Según el Gobierno de Venezuela, la consulta representó “un mandato inapelable para las instituciones venezolanas sobre la ruta a seguir para la solución de esta controversia territorial, que es el Acuerdo de Ginebra firmado entre las partes en 1966″.
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En febrero de 1966, Venezuela, Gran Bretaña y la Guayana Británica firmaron un acuerdo para abordar la disputa por el Esequibo, que debido a unos límites trazados bajo arbitraje internacional quedó en manos de Guyana —que cambió su nombre cuando dejó de se independizó, dejando de ser colonia—.
Desde ese entonces, Venezuela tiene como marco jurídico y político el tratado de Ginebra en su reclamación del Esequibo. Sin embargo, en 2023, cinco años después de una demanda interpuesta por Guyana, la CIJ se declaró competente para examinar el caso.